I want be happy!

Amigos, muchísimas gracias por ser parte de la pequeña comunidad que se ha forjado durante estos seis meses. Es muy lindo ver que este proyecto ha crecido y que continua a paso seguro.

¡Gracias!, y si notan mucha emoción es porque nunca me había comprometido con algo durante tantos meses jaja.

Ah, y quisiera agradecer también a Brenda, Mariam y Jaziel por fundar este proyecto conmigo.


El camión es la máxima fuente de ideas para una persona que escribe.

La escena es la siguiente: martes por la noche, falta mucho para que acabe la semana, y la quincena, bueno, ni se diga, apenas es 6. Los afortunados cobrarán el viernes, pero en la mayoría de empleos pagan por quincena. Eso se delata en sus rostros. Es éstos se ve cansancio, frustración, sueño, un poco de nostalgia, no sé, quizá por el fin de semana que pasó. Esto me recuerda a un poeminido de Efraín Huerta:

“Es lunes y me doy cuenta que he llegado muy tarde a mi fin de semana”

Y claro, como cereza del pastel: todos van mojados, el camión apesta a humedad, seguramente contribuyo al olor. En fin.

Me pregunto, bueno, ¿y luego qué?; ¿por qué la insatisfacción en sus rostros?, ¿el dinero constituye su único interés?, seguro no, pero claro que cubre sus necesidades básicas. Eso lo entiendo, o, al menos trato (tengo 16).

Hay quienes hablan por teléfono, escucho todo a detalle (y no por chismoso), generalmente son señoras que, lo primero que hacen, es preguntar algo: “¿sí apagaste los frijoles?”, “¿si acabaste la área?”, “¿cómo está tu hermano?”, “¿cómo estas bebé?”. Y uno se imagina la respuesta al ver sus rostros tranquilos, chido, el chamaco hizo bien su chamba.

Bueno, regreso a lo del dinero, no puedo hablar de eso, el sistema exige tanto que la simple idea de renunciar para tratar de conseguir algo mejor es ponerse la soga al cuello, para resumir: no pueden jugarle al vergas.

No tienen de otra más que chambearle y sobrellevar sus dolores de espalda, de cabeza y cuanto achaque se presente.

¿Todo eso es excusa para no ser feliz?, pienso que no, de hecho todos quieren serlo, solo que les falta el coraje. Acertó mi profe al decirme hace un tiempo (ayer) que todos necesitan dinero pero nadie lo quiere. Lo mismo es aquí.

Muchos me dirán que hay quienes trabajan para ser felices, sí, debe ser, pero con la gente que observo no ocurre eso.

No reflexionaré más al respecto…

Ah, y respecto a mi viaje, tres cuadras después de subirme, unos chavos hicieron la parada, sus uniformes de secundaria delataban su edad; no sé si el chofer tuvo la intención pero frenó tan rápido que los empapó con un charco, ¿saben qué hicieron?, rieron a carcajadas.

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