Vamos al supermercado, a pesar de que tenemos muchas cosas que hacer cada quien por su lado, como siempre, la familia aun procura reunirse para ir al supermercado y aunque a veces no coincidamos los cuatro es una linda costumbre. Tardamos horas cada vez y cuando terminamos la luz de la tarde ya se nos escapó pero aprovechamos para comprar todo e ir a las 4 tiendas diferentes que frecuentamos.
Los pasillos de los grandes almacenes le dan oportunidad a cualquier persona de divagar un rato y caminar detrás de mi madre tampoco reclama mi atención; prefiero mirar los estantes en busca de algo delicioso o lo que llevan las personas en sus carritos he imaginar su estilo de vida. Según la costumbre mi vista va a dar con el carro de una señora, viene sola y desarreglada, su piel es morena y lleva el cabello largo y negro recogido en una trenza, su falda esta manchada y los dedos de sus pies asoman por las sandalias.
En el carro hay pocas cosas pocas cosas, lleva jabón de la marca de la tienda, cereal de hojuelas, un paquete de papel de baño y un peluche de un personaje de caricatura para niños pequeños. Su hijo no está aquí, probablemente es un regalo de cumpleaños; cuando era pequeño le pedí un juguete a mi madre durante seis meses y no me lo compró sino hasta mi cumpleaños porque no teníamos dinero, quizá ella tampoco lo tiene, mi madre debió verse así cuando yo era pequeño.
Foto de Isaac Olivares