Claudia:
Leo mis partituras y estudio, intento estudiar pero te pienso todo el día y quiero escribir: escribirte, a ti y a la luna y al café y al vino, escribir el cielo y escribir tus brazos tibios, escribir tus labios en mi labios húmedos y el brillo en los ojos de los enamorados. Quiero escribir todo, desde el principio, empezando con el día en que te conocí y el rocío en la rosas del jardín por la mañana, para terminar describiendo el último día con tu última lagrima y el pesar que nos dejan las aves al emigrar.
Pero leo, sigo leyendo y estudiando, es todo lo que haré porque el alma de artista y el pensamiento poético, la luna testigo de los corazones rotos, y el café de los escritores, los cigarros que me llenan de humo la vida y los vidrios rotos que deja tu ausencia con la hulla de tu cuerpo en mi cama y la habitación llena de silencio y todos los recuerdos en color ámbar y la tristeza y todo lo que la poesía describe como bello, todo es una pendejada.
Así que te escribo aquí en mi libreta, donde no lo leerás y no lo leeré, sólo para pedirte, pinche Claudia, que me dejes leer y estudiar en paz.
Fotografía de Isaac Olivares.