Día 25, rayo de sol

Breve ensayo sobre la luz

Augusto Monterroso, en su micro cuento El eclipse, nos muestra a un personaje europeo que, al toparse con una comunidad prehispánica que planeaba sacrificarlo recuerda que el eclipse estaba próximo y muy astutamente los amenaza con ocultar el sol si lo matan. Claro, él no sabía que las comunidades prehispánicas poseían un conocimiento en astrofísica verdaderamente estremecedor.

Pero pensemos que no se hubiera topado con una cultura prehispánica, raíz de nuestras tierras, sino con una sociedad bárbara. Es seguro que su artimaña hubiera funcionado. Pues el sol lo es todo para el humano, llámese hombre de las cavernas u hombre moderno. ¿Sin el sol, qué sería de nosotros? Pues es obvio que no sería posible la vida.

Ahora, adentrémonos en nuestra mente, en nuestro pensamiento: ¿le tememos a que el sol desaparezca? No, claro que no; le tememos a perder la que nos provee; por eso el hombre primitivo dormía en cavernas durante las noches, por eso fue un gran avance el descubrimiento del fuego. Y bueno, aunque no tengo el dato, estoy seguro de que en el primer eclipse que el hombre presenció consiente del tiempo que el sol debe ser visible, temió lo peor, vaya, es seguro que hasta pronosticara su propia muerte. ¿Cómo se habrá sentido después de los 20 minutos –minutos más, minutos menos- que debió durar?

Vivimos porque –entre otras cosas- existe el sol, pero creemos, nos preguntamos y evolucionamos mentalmente porque hay luz.

Aquí pueden encontrar el cuento: http://ciudadseva.com/texto/el-eclipse/

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