No soy bueno con las fechas, pienso que entré a primero de prepa la semana pasada cuando en realidad fue hace dos años. Siento que llevo meses saliendo con mi querida chica cuando en realidad van semanas. Seré sincero y confesaré que me quedé en el año 2010, así que cuando alguien menciona que comenzó a realizar tal cosa en el 2008 –por decir algo- me digo, ah, apenas lleva dos años, luego reacciono y caigo en la cuenta de que estamos en la mitad del 2017. Por eso hoy, cuando platicaba con Óscar Villafaña y me comentaba que su proyecto, la Biblioteca Andante, lleva dos años, me digo, ah caray, ¿que no son más?
No, no son más pero muchísimas personas confiamos en los fructíferos años que le deparan a la biblioteca.
En junio del 2016 escribí ¡En la calle claro que puedes educarte! (clic), cuando lo hice apenas era la 2da vez que intercambiábamos palabras. No hizo falta más, la calidez de Óscar al hablar, su perpetua sonrisa y otro listado más de virtudes genera confianza, aspecto clave en lo que hace.
Desde que escribí ese artículo su proyecto creció a paso firme: fundó un perfil en Facebook (clic), el acervo de la biblioteca creció inimaginablemente, organizó dos eventos para la donación de libros, él, a cambio, ofreció música y un espacio de convivencia. Llamó la atención de gente en los medios, hay un video en Youtube (clic) y El Sol de Puebla (clic) publicó una nota al respecto. Conforme cosas buenas le llegaban la ideología inicial se fue moldeando para hacerse incluyente: ahora ya no sólo te ofrecía sentarte a leer, también podías llevarte un libro prestado. La biblioteca, además de incentivar a la lectura, también intentó generar lazos de confianza.
Quizá te pueda interesar: Piñata, un cuento de Rebecca Durán.
No escribo lo anterior con la única intención de mencionar esto, no tendría caso, lo hago para evidenciar los obstáculos de un proyecto independiente que incomoda a los funcionarios culturales, la primera vez que me platicó de esa traba le pregunté qué era lo que les molestaba, que uno haga lo que ellos no hacen, me dijo. El desenlace de ese altercado fue el robo de su bici y material de lectura. Después de algunos días se disculparon y le regresaron sus cosas. Más problemas: se han ido más libros de los que llegan, no los devuelven. Y el tercero, el más lamentable: sí, a muchos les interesa el proyecto, pero la verdad es que hay más gente apática.
Son trabas hasta cierto punto normales cuando hablamos de iniciativas independientes.
Óscar no miente, afirma que el proyecto se ha debilitado y necesita libros… Esta es la razón de escribir esto, alguna vez dialogaba con Mariam (autora en el sitio) y llegábamos a la conclusión de que la manera de actuar ante hechos lamentables es hacer lo que nos corresponde, por eso escribo esto, por eso Villafaña creó la biblioteca, cada quien va a la contra como puede.
Fue una charla rápida. Aquí seguiré, me dijo, hay que seguir trabajando, carnal. Su sonrisa perdura, no se borra ni cuando platica las cosas tristes. Él es, en esencia, un sujeto que va a la contra, que dice lo que le parece mal sin miedo a las represalias y la Biblioteca andante es su reflejo: una propuesta que hace falta en mayor distribución.
Le pido al amable lector que si es de Puebla no dude en donar un ejemplar, estará en buenas manos. Lo pueden encontrar principalmente en la calle 6 sur esq. con av Juan de Palafox y Mendoza
También puedes leer: Denuncia, alguien en Instagram quiere ver mis senos