“Pero al final todo cambió, no quisiera decir que sólo estaba enamorada de su perfil, pero cuando la vi físicamente sentí un vacío. Una necesidad obstinada de tomar mi celular y seguir charlando así, sin necesidad de vernos. La amaba (o eso creía hasta cierto punto).
Cuando la vi, lo único que quería conocer era el próximo mensaje.
Turum, turum prum.”
Fragmento del cuento A través de una pantalla, de Gustavo Castañeda.
No tenía ni una hora de haber acabado el libro cuando, al abrir Facebook, me notifica que la comunidad llegó a 2000 millones de usuarios; no pude pasar bien el trago de café, y mientras me ahogaba pensaba: ¡Caray! Tantas personas que a diario postean fotos, publican mensajes, ven videos, comparten memes, hacen transmisiones en vivo, se pelean en los comentarios, conocen gente nueva, hablan con los mismos de siempre, se enamora y desenamoran… es la vida en los tiempos de internet. Y Fomento Editorial -tomando como tópico central uno de los principales matices de la vida- publicó en marzo un libro de cuentos escrito por estudiantes de las diferentes preparatorias de la BUAP, el resultado: El amor en los tiempos de internet.
Se trata de 68 textos recopilados por Ana María Huerta Jaramillo y Óscar Alarcón García.
Como es de suponerse, el teléfono envuelto en un círculo verde, la f blanca con fondo azul, el pajarito que hace tuit, la cámara hípster y otro listado de redes sociales se vuelven indispensables para que la relación tenga efecto, o incluso para que se lleve a cabo, esto último me lleva a señalar que en varias ficciones hay dos tipos de barreras que el internet rompe: las físicas (océanos, países, estados) y las del lenguaje real, esas que se crea el chico tímido de la prepa que prefiere ser un conquistador cibernético.
“Pasaron días, semanas y meses; desconocidos, conocidos y amigos.”
Fragmento de Saranghae, de Karla Durán.
Es muy llamativo un detalle, aun cuando son textos escritos por distintas personas, la mayoría sigue la misma trama: conocer a alguien por internet, las barreras aminoradas, los peligros ocultos del otro lado de la pantalla. Esto, en lugar de hacer a los textos repetitivos y chocantes hace un libro abundante en enfoques, pues cada autor desarrolla la trama desde su perspectiva. Para que una antología de varios autores destaque muchas veces funciona que compartan el mismo tema y lo traten a su manera, ahí está Ciudad fantasma I y II, antologías de cuentos de terror que transcurren en una de las musas más grandes en México: el DF, hoy CDMX. El amor en los tiempos de internet sigue esa línea y por eso tiene la facilidad de convertirse en un referente de literatura juvenil: ficciones de jóvenes con las que el lector adolescente fácilmente se identificará y el adulto se preguntará si sus amores juveniles fueron más intensos, quizá más vividos, quizá no.
“Estoy cansado, hoy no dormí nada, ella nunca m apaga pero por las noches me deja cargar y dormir un poco. Hoy vimos a Ricardo de la mano de una niña en la calle, mi Karen no dejaba de llorar y se pasaron toda la noche peleando.”
Fragmento de Crónica de un Core2, de Mariam Rojas.
Una generación abordando un tema ontológico
El libro deja un testimonio, pues parte del por qué los temas se repiten tiene que ver con un asunto generacional: todos los autores comparten un rango de edad que expertos han señalado como la generación Z. Raquel Castro (1976. Escritora mexicana) menciona que las generaciones deberían formarse por afinidades y no por años de nacimiento, y esto muchas veces resulta viable cuando se trata de autores experimentados, pero aquí, al tratarse de estudiantes de preparatoria abordando un tema ontológico el resultado es un testimonio colectivo de cómo viven en la segunda década de este siglo los autores compilados y el resto nuestros coetáneos.
Actualmente, el país vive una racha de violencia que pareciera interminable cuando las autoridades se muestran indiferentes e incompetentes, la primera impresión que uno tiene al ver un libro sobre amor es que temas sobre violencia, inseguridad, impunidad etc. no tienen cabida, todo lo contrario, los escritores que pueblan las páginas se muestran sensibles ante estos temas que mucho tienen que ver con el amor, o al menos así lo plantean ellos: una niña con problemas en casa que conoce al amor de su vida por internet… de la chica jamás se volvió a saber algo y ni siquiera se llevó a cabo la pesquisa correspondiente.
En algún momento dialogaba con una amiga, ¿cómo no ser indiferente ante nuestra sociedad?, nos preguntábamos; en el libro está la respuesta: haciendo lo que nos corresponde desde el sitio en el que estamos, y con la escritura estos jóvenes escritores demuestran que no son indiferentes y sienten los peligros que representa una red social. Paco Ignacio Taibo II decía que leer es una forma de ir a la contra, a esa frase le agregaría: y escribir también.
“…nunca se conocieron, ese “amor” fue sólo por internet, mensajes al aire, caritas estúpidas, canciones en vano, años que solo dejaron recuerdos.”
Fragmento de Historia número 9, de Fernanda Solano.
El amor en los tiempos de internet. (2017). Fomento editorial BUAP, Puebla, México.
Pingback: ¿Dónde encuentro el amor? – Vertedero Cultural