5,4,3…

Por: Shiro Jäger

— Cinco.

Con las manos temblorosas rebusco por las bolsas de mis pantalones.

— Cuatro.

Lanzo mi celular, cartera y llaves.

— Tres.

Me quitó los zapatos y el suéter gris de lana.

— Dos.

Empiezo a llorar, estoy desesperada.

— Uno.

Doy media vuelta y corro lo más rápido posible.

— Cero.

¡Bam!
 

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