Por A. V.*
Ya no quiero escribirte más
Se me entumen las manos.
Ya no quiero verte en sueños cada noche
Corrompes mi sagrado insomnio.
Ya no quiero tocarte.
Ya no quiero besarte.
Ya no quiero mirar esos ojos
Me pierdo, me hundo.
Es tan adictivo que está maldita abstinencia me está volviendo loco.
Me desespero y me refugio en el vicio y el placer.
Ya no puedo más
Ya no quiero nada contigo
Porque lo quiero todo.
Otros poemas: Demasiado vino
* A. V. Vagabundo del espiral…
Pingback: Marisol nava: Poeta leve, alada y sagrada. – Vertedero Cultural