Eduardo Antonio Parra nació un 20 de mayo del año 1965. León, Guanajuato fue la tierra natal del narrador y ensayista mexicano, quien además cursó la licenciatura de Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Regiomontana, ubicada en la ciudad de Monterrey, logrando complementar su pasión por los juegos del lenguaje y la imaginación.
Los relatos compilados en Los límites de la noche (Era, 1996), se relacionan en un punto: la noche; símbolo importante que permite la libre expresión del inconsciente y la lucha desenfrenada por los instintos. Revela lo que, a los ojos del sol y del cielo iluminado, ningún hombre o mujer podría mostrar. Desde la más enferma violencia de hombres embriagados, hasta el adulterio a través de la prostitución; la noche se presenta como un sin de emociones y deseos ocultos.
Sin embargo, Eduardo Parra no nos muestra una noche distópica o distante; busca la representación de una noche seductora, que incite al ser humano a cometer los crímenes y actos inmorales, con los que siempre a soñado. Una noche erótica, a la que todos remiten cuando el espíritu se encuentra decaído o las ansias de poder invaden el alma.
A través del lenguaje, el lector puede sentir los roces de la piel, escuchar el cosquilleo de las voces, probar la vida a través del nocturno. Parra hace de sus narraciones un dinamismo guiado por los pensamientos de sus protagonistas; los cuales, además, caracterizan una ciudad trastornada por los excesos de la violencia; acelerando sus vidas hasta hacerlas imperceptibles ante la inmensidad de un cielo negro que los envolverá para ocultarlos.
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Los límites de la noche reúne las pasiones secretas que incendian el espíritu humano desde lo más profundo, y nos lo muestra sin escrúpulos para que cada lector pueda ver reflejados en los relatos sus más oscuros deseos.