Adonai Castañeda
Tal parece que los manifiestos que tienen cabida desde la periferia y la oposición son la respuesta inmediata ante varias inquietudes. Es mejor lanzar un grito en medio del silencio a no hacerlo. Luis Quintanilla del Valle en su poema, “Guillaume Apollinaire ha muerto”, declama acerca del espíritu de la juventud y su búsqueda insaciable por una solución ante la injusticia: «No escucháis los gritos de los jóvenes/ que hacen temblar los templos». El papel de la poesía no sólo es la estética, sino de algo mucho más profundo.
El poemario 4 x 2.5 de Jorge Arturo Sánchez (IMACP, 2019) recorre temas lóbregos, urbanos y problemáticos con un tono juguetón, muchas veces destinado a instigar al lector. En sus páginas es fácil distinguir un motivo de celebración carnavalesca, incluyente, por supuesto, aunque dirigida especialmente a los marginados, a la juventud que grita. Esta posibilidad dota de actualidad los tópicos que esgrime en los versos. Esto podemos notarlo en las dedicatoria y el epígrafe principal:
A la generación 1999-2000
«Que se mantengan unidos los que son diferentes»
X-Men 2
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4 x 2.5 se encuentra dividido en dos partes, “Variaciones de la música que llegó para quedarse” y “Fragmentario”. La primera parte surge de una suerte de banda sonora que funge como base y ritmo para los versos. En esta banda relucen nombres de boleristas como Ema Elena Valdelamar, Agustín Lara, Frank Domínguez, entre otros. La segunda demuestra una intención experimental con el lenguaje: la ruptura y la recreación.
Sánchez crea imágenes sorprendentes con sus versos, figuras que rayan en la sensualidad y el vacío. Un ejemplo de ello lo podemos ver en “9” de “Variaciones de la música que llegó para quedarse”: «Pasaste/ a mi lado,/ con gran indiferencia/ y me quedé nombrando,/ deseando,/ tu espalda […] y tus piernas/ (ah/ tus piernas):/ impecables Torres Gemelas/ que huyen de mi avioncito.» El ritmo de este poema se presta al juego, a lo efímero.
Además de ello, Sánchez denuncia. Su voz potencializa el mensaje, destroza el silencio. Por ejemplo, “Al norte del corazón”: «¿De qué está hecho el silencio?/ De dos regimientos comandados/ por nuestras miradas;/ de dos AK-47 prestos/ para el combate a distancia;/ ferozmente listos./ De dos silencios que dicen todo/ y nada./ Todo./ Dedos que cierran filas y sellan nuestras bocas.»
En suma, 4 x 2.5 supone un cúmulo de imágenes que apelan más a la urbanidad contemporánea. Con su brevedad resulta sencillo de leer, a la vez de llevarnos a la poesía a través de lo lúdico. En sí cumple con «hacer temblar los templos», como dijera Quintanilla, desde la periferia. Nos queda entonces regresar a nuestro palacio de 4 x 2.5, que por ahora es trinchera de muchos.
[…] Pienso en los que caminan allá: Montpellier,
Tokyo, Melbourne, Frankfurt, Boston.
Ellos no comprenderían la verdadera metafísica
que hay en un huarache con bisteck,
con dos salsas y con queso (y más cebolla por favor).
Termino. Término:
comunión.
Regreso a mi palacio
de 4 x 2.5,
convencido de que no es del todo infame
ser el borde de la periferia,
el filo del límite,
el margen de la orilla;
ser y estar en el patio trasero
de la decadencia.
Fragmento de “Contramanifiesto (a manera de prólogo) escrito un sábado”. Pág. 5
J. A. Sánchez. 4 x 2.5. México, Puebla. Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla. 2019. 45 pp. ISBN: 978-607-8123-59-9.