Óscar Alarcón | Foto: CC Iván González
Francisco Toledo (1940-2019) fue uno de los artistas plásticos más importantes de las últimas décadas, también es reconocido por su activismo social y su ardua tarea en la promoción de la cultura. Originario de Oaxaca, recibió numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de las Artes 1998.

Corría el año 2007, presente lo tengo yo, en la lejana tierra del Tigres y del Monterrey se encontraba un Francisco Toledo ensimismado (¡qué raro!), un poco encabronado (eso sí es raro, sin la ironía) porque los materiales no le daban para resistir al agua y al polvo de lo que sería su primera gran obra monumental: La lagartera. Caminando de aquí para allá sólo los curiosos reporteros lo distraían de su trabajo.
Más que recuerdo yo le llamaría sueño: Me transporto en las fauces de un cocodrilo a lo largo del cielo azul de Nuevo León, es casi la hora de cerrar los ojos después de horas de combate, me poso sobre el alma de los sapos que inundan el lago, el cocodrilo se detiene y abre la boca; yo jalo un poco de aire antes de ser deglutido por un caimán. Dos lagartos se detienen frente a las fauces de su compañero, frente a mí. Pronto comenzará la pelea y me partirán en dos. Seré un cristal más en los ojos de la iguana.
Y es que las autoridades regiomontanas lo estaban presionando para que terminara la escultura. Toledo respondía a una de las entrevistas aparecidas en La Jornada: “estará lista cuando tenga que estarlo”. Sabemos que la construcción de toda obra de arte lleva tiempo, aunque algunos miopes funcionarios crean que esto de ponerle lagartos, sapos y ranas a la fibra de vidrio es cosa de todos los días y en un rato se hace; pero no seamos tan crueles con los regios y veámoslo en nuestro estado: hasta congelar una infructuosa pista de hielo tiene su chiste.
Pero decíamos, a Francisco Toledo le agrada trabajar sin presiones. La dificultad comenzó desde los materiales. Esta enorme lagartera tiene una representación en pequeño que fue hecha con cerámica y vendida a un coleccionista, quien tuvo la idea de maximizarla para que quedara para siempre en el norte del país. Pero trabajar con cerámica es una cosa y trabajar con una especie de hielo seco es otra.
Según se dice, esta obra es un recuerdo de la niñez del autor, de aquellos años en los que Toledo vivía en Veracruz. Sinceramente no les creo. O sólo un poco. Ya que haciendo varias lecturas de esta colosal obra podemos construirla como nosotros queramos, es decir, el lector, el visitante puede hacer, crear y recrear momentos o imágenes a partir de la obra.

Más que recuerdo yo le llamaría sueño: Me transporto en las fauces de un cocodrilo a lo largo del cielo azul de Nuevo León, es casi la hora de cerrar los ojos después de horas de combate, me poso sobre el alma de los sapos que inundan el lago, el cocodrilo se detiene y abre la boca; yo jalo un poco de aire antes de ser deglutido por un caimán. Dos lagartos se detienen frente a las fauces de su compañero, frente a mí. Pronto comenzará la pelea y me partirán en dos. Seré un cristal más en los ojos de la iguana.

Tal vez más que sueños e imágenes, cuando se recorre La Lagartera, lo que nos provoca es detener nuestro paseo para admirarla.
¿Por qué Francisco Toledo y su primera obra monumental en Nuevo León? Ni siquiera está en el IAGO. Ni siquiera en la CDMX, mucho menos en Puebla.

Un ejercicio para la memoria: ¿cuál es la última obra monumental de un artista reconocido que se ha instalado en Puebla?
¿Y Toledo en Puebla? Debe haber, sólo que no recuerdo ni en qué museo lo vi por última vez.
Sin más, de ser posible, muévanse hasta Nuevo León para abrir los ojos ante la sorprendente lagartera.
Aquí las dimensiones:
- Largo: 24.40 metros
- Ancho: 10.40 metros
- Altura aproximada: 3 metros
- Peso: 18 toneladas
- Materiales: Resina, arena y fibra de vidrio.
Este texto fue publicado originalmente en marzo de 2018 en este mismo sitio, actualizamos su fecha de publicación para que más lectores y lectoras puedan acercarse a esta obra del oaxaqueño.

*Óscar Alarcón (1979). Escritor, columnista y periodista cultural. Autor de Polimastia (BUAP. 2008) y Veintiuno. Charla con 20 escritores (Nitro-Press. 2012). Actualmente dirige el sitio web neotraba.com y colabora en el diario El Popular. También es docente de la preparatoria Emiliano Zapata y director de la colección Extra(e)ditados. Twitter: @metaoscar
Me gusta mucho la obra, aunque he de decir que me ha entrado hambre. Me recuerda un poco a un gofre😉
Yomi Yomi :3
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