Semana de agitación antirracista: cuerpo, palabra y memoria de mujeres afrodescendientes

Ana Hurtado | Imagen: CC(by) Twitter @ManosVisibles

Ana Hurtado se suma a nuestro equipo de colaboradorxs con su columna "La Guagua[1]", que será publicada los días lunes de cada semana. Presentamos su primera columna, en la que nos habla del Día Internacional de la Mujer Africana, Afrolatinoamericana y Afrocaribeña y las actividades digitales que hubo a lo largo y ancho de Abya Yala, hoy conocido como América.

Ana Hurtado*

En un clima tan desalentador como el que nos envuelve actualmente, ajustar las posibilidades de encuentro a los medios digitales, con todo lo que eso implica, nos reitera la importancia de seguirnos pensando conjunta e interseccionalmente.

El 25 de julio de 1992 el Primer Congreso de Mujeres latinoamericanas y del caribe celebrado en República Dominicana convocó a un aproximado de cuatrocientas participantes, quienes en un abrazo de solidaridad y rebeldía sentaron un precedente en el feminismo afrolatinoamericano. A partir de entonces esta fecha fue declarada como el Día Internacional de la Mujer Africana, Afrolatinoamericana y Afrocaribeña, sin embargo, aunque la proclama de este día tiene 28 años en la agenda internacional, no se había logrado articular una acción alrededor del mundo tan amplia como la de este año. Sabemos que, como consecuencia de la contingencia sanitaria, las redes sociales han servido como puentes de comunicación, encuentro y diálogo para contrarrestar los efectos del confinamiento.

En ese contexto, durante la semana del 20 al 26 de julio diversas organizaciones feministas y militantes antirracistas convocaron a una semana de agitación, la cual consistía en ennegrecer las redes sociales a través de webinars para difundir y reconocer las luchas de las mujeres afrodescendientes en distintas latitudes. Participantes de toda Abya Yala se dieron cita en distintos espacios, donde compartieron experiencias, sentires y apuestas políticas para el caótico presente y el futuro ―más incierto que nunca. Investigadoras, activistas, filósofas, artistas, científicas sociales, defensoras de derechos y más, convergieron en una acción conjunta y global para hablar no sólo de la violencia interseccional que nos atraviesa día a día, sino también para construir y sumar esfuerzos a la lucha más ancestral: la antirracista.

En nuestro país las mujeres afromexicanas han desempeñado un papel fundamental en la lucha por los derechos, la visibilidad y la representación política. Las redes procedentes de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, así como los comités de Veracruz y Coahuila han sido una pieza angular en la redefinición de una política intercultural con perspectiva de género. Si bien la violencia es un punto de comunión entre nuestros cuerpos y memorias, también nos unen utopías. Al ser un evento impulsado por el alcance de las nuevas tecnologías, fue posible conocer la experiencia de muchas lideresas que protagonizan proyectos muy valiosos a lo largo de todo el continente.

Aun cuando las circunstancias derivadas por la pandemia han limitado muchas actividades, este encuentro regional, que cumplió ampliamente su objetivo de ennegrecer las redes sociales, constituye un antecedente sin igual. Muchos proyectos autónomos se dieron a conocer, de la misma forma en que hubo una gran diversidad de propuestas de incidencia que salían de la convencionalidad de las pláticas o conferencias de mujeres con amplia trayectoria y reconocimiento en el campo del feminismo afrolatinoamericano. En Colombia, por ejemplo, el Instituto Caro y Cuervo realizó el evento “Mujer Afrolatina: literatura y tradición oral” que contó con la participación de las poetas y escritoras Mary Grueso Romero, Dayana Zapata Torres y Keshia Howard Livingston; en República Dominicana el Colectivo “Junta de Prietas” realizó un conversatorio con Ochy Curiel, Xiomara Fortuna y Margarita Castillo, quienes pertenecen a la amplia ―y muy poco conocida― comunidad artística caribeña; el proyecto de Tertulias Negras y Afrofeminismos presentó un diálogo regional que contó con la participación de Sandra Chagas, destacada activista negra antirracista de Argentina.

En México, la Red Nacional de Mujeres Afrodescendientes de la Ciudad de México se unió a la acción global con un conversatorio de activistas afromexicanas; desde la Asociación de Mujeres de la Costa de Oaxaca (AMCO A.C) se realizó el “4 Encuentro de Mujeres Afromexicanas”, donde académicas y activistas se reunieron para discutir sobre los retos a enfrentar en medio de la contingencia sanitaria. Por otra parte, el Encuentro de Mujeres Afrodescendientes, “Sumando Voces y reconociendo Nuestras” que se dividió en dos jornadas realizadas entre el 24 y 25 de julio, generó un espacio plural, diverso y enteramente afrolatinoamericano al incluir perspectivas y vivencias diversas.

Brasil, que es un país pionero en promover actividades diseñadas desde el paradigma afrocentrado, también se sumó a la conmemoración del 25 de julio con una agenda bastante amplia, sin embargo, la escuela “Saber-se Negra” fue una de las experiencias pedagógicas más enriquecedoras, pues tuvo como objetivo impulsar un espacio para el reconocimiento histórico y político de mujeres negras y afrodescendientes, el contenido de dicho programas abarcó desde la historia de luchadoras sociales que participaron en procesos emancipatorios, hasta la socialización de proyectos emprendedores y de economías solidarias implementados por mujeres afrodescendientes.

            Esto es un muy breve recuento de las muchas actividades que se desarrollaron durante la semana de agitación antirracista. Sin la pretensión de elaborar una reseña que rayara en lo absurdamente descriptivo, esta sinopsis es parte de un agradecimiento a todas las mujeres y colectivas afrolatinoamericanas que inspiran a sumar rebeldías. En un clima tan desalentador como el que nos envuelve actualmente, ajustar las posibilidades de encuentro a los medios digitales, con todo lo que eso implica, nos reitera la importancia de seguirnos pensando conjunta e interseccionalmente.


Ana Hurtado

*Ana Hurtado. Afromexicaribeña (1994) Egresada de Estudios Latinoamericanos, UNAM. Especialización en Estudios Socioculturales del Caribe Insular. Cronista, periodista y coleccionista de historias. En continúa reinvención.


¿Sobre qué tratará “La Guagua”?

[1] En el Caribe la guagua es un medio de transporte, puede ser un camión de pasajeros, un vehículo más pequeño que incluso puede ser de propiedad privada, peromás que un medio de transporte, la guagua también es un ágora, el lugar donde circulan noticias e historias de personajes locales, el no lugar donde uno tiene la oportunidad de encontrarse con el otro. Así mismo, en República Dominicana, la guagua forma parte del habla popular, puede referir un olvido mediante la expresión “se le fue la guagua”, o hacer alusión a que algo no está funcionando bien “la guagua va en reversa”. En el 2010, Juan Luis Guerra, uno de los artistas más representativos de la bachata dominicana, compuso una canción sobre un contexto político específico y la intituló “la guagua”, que en resumen era un mensaje encriptado en la musicalidad de la bachata.

En esta columna retomo el significado de la guagua como el lugar de encuentro, el espacio de asombro, descubrimiento y contacto con lo desconocido pero que resulta más familiar que cualquier otra cosa. Discusiones acaloradas, pláticas amables, debates políticos y un sinfín de temas ocurren en un reducido espacio. Por ello, me interesa hablar sobre las noticias, los proyectos, las luchas y memorias afrodiaspóricas; es una propuesta de periodismo cultural desde una perspectiva afrolatinoamericanista.

0 comentarios en “Semana de agitación antirracista: cuerpo, palabra y memoria de mujeres afrodescendientes”

  1. Avatar

    Gran síntesis y aportación sobre las distintas luchas y frentes que recorren y viven en Nuestro Caribe y en Nuestra América.
    La reinvención y constante retroalimentación de nuestras miradas críticas y los diferentes horizontes y posturas políticas que acá se manifiestan, son un gran baluarte reflexivo para nuestro tiempo y nuestros espacios.
    👍🏾

  2. Pingback: La representación importa: infancias y juventudes afrolatinoamericanas – Vertedero Cultural

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