Daniel Juárez | Foto: Ximena I. González Jácome||
PARRESÍA POÉTICA. Viene del griego la palabra y significa, literalmente, «decirlo todo». Daniel Juárez es un poeta sin edad, poblano, y que conoce de primera mano la alcantarilla cultural donde van a dar todos los pecados del mundo. Papasquiaro dijo de él una vez: «es una patada en los tenates, una especie de bomba apestosa, pero poética; sus palabras arden como el gas lacrimógeno: leería todo lo que saliera de sus manos burocráticas». He aquí a un poeta parresítico [sic].
Brandon Vázquez
Instrucciones para ser un poeta joven
- Sea joven
- No escriba sobre sus consignas
A nadie le interesa si apoya a tal o a cual susodicho grupo
Ya no se leen los panfletos en contra de lo abusos
Mejor, conserve la calma y escriba sobre el verano
Sobre la lluvia ligera que cae durante la noche
- No rememore
Los muertos ya no están
El mundo se olvida de los desaparecidos
Y usted no tiene el derecho de traerlos de vuelta
Aténgase a los pasajes imberbes de su vida infantil
- Lea demasiado para buscar la sabiduría
Instrúyase lo mejor posible, sepa de todo un poco
Vuélvase un erudito; mejor aún: conviértase en Dios
Y vaya por allí diciendo que no hay mejor intelecto que el suyo
Que usted es la esperanza de la literatura
Póngase a leer día y noche, día y noche
Hasta que los ojos se le irriten de un fogonazo en su alcoba
- Sea joven, pero de verdad J O V E N
- Acuda a los recitales para criticar a otros jóvenes
Más jóvenes aún
Dígales que a diferencia suya usted ya tiene prestigio entre los círculos
Y la poesía
Entre los puntos universitarios, en los premios editoriales
Que usted conoce al director del Instituto de Arte
Fue su padrino, su instructor, su amante, su hermano
No se limite a esbozar un lastímero: Yo soy…
Porque no lo es, usted bien lo sabe,
Arremeta contra aquellos inútiles pedazos de escoria, esos cargadores de libros de uso
Presuma su biblioteca, sus ediciones a descaro
Amague con matar a todos en la presentaciones salvo que lo miren
Lo distingan y mencionen su nombre con miedo a represalias
- Cuide el poema en sí
No repita cada dos versos las palabras: alcohol y prostíbulo
No, ya nadie sigue a Bukowski para imitar su estilo
No, no estamos en Estados Unidos en los años setenta
No, nadie le llamará el nuevo poeta maldito por juntar esos dos conceptos
Para luego maldecir con la garganta llena de espuma
No olvide renunciar al nexo «que» y no repetirlo más de nueve veces por página
- Quédese en casa y no arme una revolución
Suficientes pañuelos ya marchan en las calles
Niéguese rotundamente a salir
El país no necesita más rostros para buscar en las cárceles o en la morgue
Las fosas comunes son más pequeñas de lo que imagina
Por eso hay tantos desaparecidos y el mar sigue comiéndose las ciudades
Mejor tome su computadora, vaya a internet, ofenda a los que sí participan
Dígales: Esas no son formas
Luego váyase a dormir, recuerde cenar ligero
- Trabaje horas extras si es que logra hallar empleo
A los jefes no les agradan las excusas
Póngase «la camiseta»
Camine otro kilómetro, otro, otro más, coloque la otra mejilla
Así mismo haga con sus poemas
Dedique un rato a darle caña
Después, quémelos hasta que las cenizas lo asfixien
Pruebe hacer lo mismo consigo, quién sabe, igual y resurge como un ave fénix
- Sea joven
No un joven joven, pero sí joven
Vaya, usted entiende, un joven de hoy, de ayer, de anteayer
del futuro próximo, de los días venideros, del fin del mundo
- Atienda las indicaciones para terminar un escrito
Escriba hasta que los dedos le sangren
deje las teclas del computador sumidas
no pare hasta haber terminado la obra del siglo
vaya a los talleres de gente importante para que se empape
de consejos igual de importantes
no ponga en duda las enseñanzas que le otorguen
revise sus apuntes dos veces al día
- Fúmese un cigarrillo por la tarde
- Tómese quince minutos y no haga nada
- No piense, no haga nada, disfrute la nada
Desde hace cuánto no se dispone a gozar esa nada
- Olvídelo todo y empiece de nuevo
- Haga caso omiso a cualquier instructivo