Foto: Ximena I González Jácome

La oscuridad de la náusea | Tres poemas

Claudia Novillo | Foto: CC Ximena I. González Jácome

Tres poemas de muy diferentes entre sí pero con un estilo marcado.

Soñé

Ya es la hora: soñé que te ibas…soñé que me largaba y deliraba, ¡soñé que era reloj y que nacía de nuevo!
 ¿Y qué soñaste tú?, tal vez, que te soltaban del infierno… ¡ahora soñamos juntos en las llanuras!,
que nos arrancaron la lengua, y que hablamos sin palabras…que nuestros frutos maduraron, y que nos quedamos solos para siempre,
Deambulando en las calles del sur… ¡en el paraíso sin Dios!
Soñé a mi corazón inútil, y perforado por el amor que le mal pagó, soñé que me deshacía entre la voracidad de mi falta de memoria…

El pájaro enjaulado

¡Mi jaula es ahora un pájaro! y vuela libre,
mi tiempo me devolvió mi canto,
mi belleza delirante volvió a revivir,
¡hay algo más allá de ella!, ¡pero no me acuerdo de nada!
creo segundos líquidos… ¡y el reloj me busca sin conocerme todavía!
bebo en el desierto, me escondo en el futuro,
porque todo lo demás es sonido e ilusión,
¡estoy llena de humanidad! me quedo detrás del viento,
camino sobre un pozo mágico, y voy de una existencia a otra…
entonces despierto de un sueño eterno,
para que me penetren la luz y la oscuridad,
pues morí en uno, nací en otro, ¡mi presencia, renueva mis despertares!
enredo mi carne, y mi pájaro vuela sin alas…
¡porque su viaje es una aventura eterna!

La oscuridad de la náusea

Tal vez, recordarás la oscuridad de la náusea, 
su minuto breve en la boca de las palabras,
secreción y fluido que atraviesa el alma condenándose… ella misma,
la náusea causa incomodidad, cortando la realidad como navaja,
es espada de naufragios, de intimidad ahogada en la urgencia de su búsqueda,
da lástima pues no tiene orgasmos ni erecciones,
ha sido promiscua y se ha mimetizado con su clítoris,
su entrepierna es una cueva vacía,
tiene el gesto del ahorcado y el aire banal del fracaso,
está reflejada en el espejo del pecado…
la náusea desconoce su triste destino, ella no sabe nombrar lo que existe,
ella tiene los ojos tatuados, nació y sufrió doblemente,
su camino está desecho y agotado, ¡ella no se sacia, y bebe por los ojos!,
es ácida y amarga, pero te limpia, ¡es encuentro, y se atraganta con el asco!
es sombra de su propia sombra, es frío, sacudón y reflujo,
¡náusea!, de feroz y podrido destino, ¡muere rota e incrédula en tu sequía!,
¡Oh! ¡se queda dormida! ¡y vaga sin memoria!, ¡náusea, perdida en la garganta!
¿Cuándo volverás a ser… lo que no eres?
 

*Claudia E. Saquicela Novillo. Estudió en el Colegio Rosa de Jesús Cordero (Mejor egresada, medalla de oro). Habla inglés a nivel avanzado Obtuvo el diploma DELF B2 y el C1 en francés. Es Psicóloga de la Universidad de Cuenca y es Abogada de la UTPL. Tiene una maestría en Psicología Cognitiva de la Universidad de Cuenca. Fue ganadora del 3er Concurso a Mejor Proyecto de Investigación de la Universidad de Cuenca. Obtuvo una beca del SENESCYT (Secretaria Nacional de Educación del Ecuador), para un postgrado: Políticas Públicas, University of Queensland Australia. Tiene un postgrado en Comercio Exterior en la Universidad Rey Juan Carlos de España. Ha estudiado diseño gráfico en el Instituto de Artes de la Universidad de California.

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