Ausencia y paternidad: entrevista a Jimena Muhlia

Eduardo Vilches | Imagen: Max R.A

Vertedero Cultural preparó una cobertura especial por el el Festival Internacional de Cine de Morelia, este espacio estará publicando entrevistas a creadoras y creadores, así como reseñas de cortometrajes y películas. ¡No se lo pierdan! Agradecemos a la gente de prensa del festival todas las facilidades para realizar las charlas.

Eduardo Vilches entrevista a Jimena Muhlia, directora del cortometraje Lily <3

Lily <3 es el cortometraje más reciente escrito y dirigido por la realizadora capitalina Jimena Muhlia. En él, nos cuenta una historia íntima, abordando temas como la niñez, la ausencia paterna, la migración y la amistad. Es una obra que nos conmueve y nos llena de nostalgia. Jimena nos cuenta sobre su proceso y los retos a los que se enfrentó para realizar esta película.

Eduardo Vilches (EV). Cuéntame, ¿cómo nace esta historia?

Jimena Muhlia (JM). Este fue mi proyecto de tesis, yo ya me había mudado a Los Ángeles en 2017, así que tuve que valorar qué era más conveniente: regresar a México y hacer un corto ahí, o encontrar las posibilidades de una historia en Los Ángeles. Un día visité a Audrey por su cumpleaños, es hija de una amiga mía. Inmediatamente me di cuenta de sus grandes capacidades escénicas, le pregunté si quería ser parte de mi proyecto y ella accedió al instante, incluso se autonombró Lily. Ellas viven en San Diego, así que de pronto vi las posibilidades de producción: tenía la casa, a la actriz y la confianza. Debía comenzar a pensar cómo traer a un crew de México, pues también era la tesis de Daniel Zúñiga, el fotógrafo. También necesitaba colaborar de nuevo con Tomás García Agráz, quien interpreta a Theo. Con él ya había trabajado en Evaporado (2017) y me dio la confianza de poder llamarlo a este crew tan íntimo y guerrero.

Fotogramas del cortometraje

EV. Ahora que lo mencionas, ¿cómo fue crear la historia para toda esta producción que ya se había alineado?

JM. Audrey es una niña que se relaciona fácilmente con las personas, pero me di cuenta de que lo hace especialmente con las figuras masculinas. Percibí que eso sucedía porque extrañaba a su papá. Al igual que en el corto, su papá tampoco tiene visa y no la ha podido visitar en San Diego, quería explorar esa ausencia. Como puedes ver, es una historia muy simple, creo que su atractivo está en la forma, en cómo se cuenta.

EV.  ¿Cómo fue el trabajo en el set con Audrey y con Tomás?

JM. Al principio fuimos muy inocentes y pensábamos que debíamos capturar la naturalidad de Audrey, por lo que casi nos escondíamos para que no sintiera la intromisión de la cámara y pudiera ser ella misma. Las escenas estaban claras y teníamos un plan conforme a la luz natural de los cuartos, sabíamos de qué trataba cada escena, así que se la describía a Tomás y le explicaba qué debía pasar. Sabiendo eso, Tomás improvisaba con lo que sentía de ella y con lo que surgía en el momento. Yo no podía ser tan drástica ni tan cerrada, imaginaba e intuía que podían pasar cosas, pero no deseaba forzar el momento. Las tomas llegaban a durar hasta treinta o cuarenta minutos, ocurría de todo: Audrey se distraía, Tomás no sabía qué hacer y yo me preguntaba qué estaba haciendo, pero nos callábamos y dejábamos que fluyeran las cosas. A veces la magia sucedía en el minuto veinticinco. Aprendimos que era una cuestión de paciencia; por ejemplo, para la escena de la patineta, recuerdo que Audrey ya estaba cansada de nosotros, no quería filmar y se encerró en su cuarto. Creímos que ese día estaba perdido, pero se nos ocurrió comenzar a jugar afuera de su cuarto para que escuchara cómo nos estábamos divirtiendo, al poco tiempo salió y se unió al juego, la cámara ya estaba lista y solo fue necesario filmar. En ocasiones teníamos que darle un dólar o dejarla ver algún programa por unas cuantas horas. Hubo de todo, a veces era más calculado, en otras, era cuestión de suerte y de esperar.

Fotogramas del cortometraje

EV. A propósito de que mencionas las tomas largas, ¿cuál fue el proceso a la hora de montar tanto material?

JM. El cortometraje lo editamos Daniel y yo. Al principio no quería involucrarme en la edición porque para mí siempre es importante una mirada externa, pero al mismo tiempo sentía que en este caso yo debía armar el rompecabezas, precisamente porque teníamos bastante material. Al final, todas las escenas ya estaban, sólo debíamos buscar el momento que realmente funcionaba. Nuestro primer corte duraba cuarenta minutos, era demasiado largo. La parte más difícil fue decidir qué debíamos quitar, en especial porque había escenas muy bellas entre Audrey y Tomás, pero que sólo contaban lo mismo.

Editamos a larga distancia, el proceso consistía en que yo armaba un corte para después pasárselo a Daniel, él hacía lo mismo, era un ir y venir. Eventualmente regresé a México para terminar los últimos cortes. Gracias a eso pude tener asesoría de Pedro García y de Julio Hernández Cordón, ellos fueron nuestros asesores de edición y dirección.

EV. ¿Sientes que hubo una diferencia en la manera de trabajar junto a Daniel, primero en el rodaje y después en la edición?

JM. Definitivamente fue muy distinto, con él tenía una comunicación sin palabras, en ese sentido la forma de trabajar era un poco como en el documental. No sabíamos qué iba a pasar y debíamos estar atentos. Desde el rodaje hasta la edición pasaron varios meses, yo confiaba en él porque conocía la dinámica que se generó en el set, sabía que había cosas que funcionaban y que debíamos buscar esas sensaciones en la edición.

EV. La música fue compuesta por Tomás, ¿cómo llegan a eso?

Fotogramas del cortometraje

JM. Eso proviene de que el rodaje fuera tan íntimo, fueron dos semanas viviendo juntos en una casa, era como Big Brother. Estoy segura de que en algún punto todos nos cansamos de todos. Recuerdo que él sentía que no lo había hecho tan bien. Yo le decía que era todo lo contrario, pero creo que en ese momento él pensaba que había fallado. Al final del rodaje se acercó a mí y me pidió componer la música, le dije que estaría encantada y que cuando llegara el momento lo llamaría. Su música se basó en una sensación de juego, con una vibra californiana, pero al mismo tiempo era melancólica. En especial porque la escena final de la fiesta resulta ser una fiesta casi vacía y la esencia de la música debía responder a dicho vacío y tristeza. La música se trabajó en México con Colmena y Lucerna Records, ese soporte en la postproducción fue muy importante. Daniel Loustaunau, el diseñador sonoro, nos apoyó en cómo lograr que el sonido y la música funcionaran juntos. Su aportación en el sonido de la película fue muy importante. Hay momentos sonoros que son una búsqueda de sonidos que reflejan una emoción, más que reproducir los sonidos de la escena de manera fidedigna.

EV. Ahora que finalmente se estrena Lily, ¿qué es lo que sigue para ti? ¿Tienes proyectos en puerta?

Making of del cortometraje

JM. Este 2020 me hizo sentir doblemente aislada. Yo vivo en Los Ángeles y mi comunidad está aquí en México, pero lo tomé como una nueva oportunidad para comenzar a preparar nuevos proyectos. Actualmente estoy preparando dos largometrajes. Uno con un guion de Paula Natalia de Anda que es una guionista extraordinaria. Por desgracia, no puedo hablar mucho del proyecto, pero junto a Pamela Torres, la productora, estamos buscando el financiamiento para poder realizarlo. Por otro lado, estoy desarrollando un guion de largometraje, que es la combinación de todos los cortos que he hecho hasta el momento. Es sobre una viuda que sueña con ser rumbera, mientras atraviesa un momento de depresión. Se llama Magda Despierta.

Making of del cortometraje

Lily <3 forma parte de la Selección de Cortometraje Mexicano del FICM 2020 y estará disponible a partir del 29 de octubre a las 14:30 y hasta el 30 octubre a las 14:30 horas.


Foto del autor

*Eduardo Vilches

Eduardo Vilches. Estudiante de cine, ha trabajado en diversos proyectos académicos y artísticos como ‘Le cuatro stagíonni’ (2019). Colabora como animador y asistente de fotografía en la serie web de animación stop motion ‘El show de Curtis y Bolsa’ (2018-presente) y en la serie “Cortés y Moctezuma” (en producción) como entrevistador durante el proceso de casting.


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