Amigos en papel

Vane Juárez | Fotografías proporcionadas por la autora ||

Un texto muy íntimo sobre nuevas formas de amistad y comunicación que retoman un medio de comunicación casi extinto: la correspondencia.

El cartero está ya en la puerta y la emoción me inunda. Después de verificar que soy la persona a quien va dirigida la correspondencia, subo corriendo las escaleras para rasgar la primera capa de papel, donde van los sellos y las estampillas. Leo mi nombre y dirección impresos en el sobre. No sé si así es como se sentía recibir una carta antes de que tuviéramos mensajes instantáneos, pero definitivamente vale la pena toda la espera. 

La primera pista que tuve sobre las penpals, o amigas por correspondencia, fue en un grupo exclusivo de niñas. Hay muchos grupos en facebook donde encuentras personas con las que puedes compartir tus gustos, y en este compartimos opiniones, pedimos consejos, formamos una red de apoyo. 

Como otra forma de mantenernos comunicadas, surgió la idea de mandarnos cartas. Siempre había querido intentarlo y me apunté en cuanto pude. De esa ocasión, no surgió ninguna penpal duradera. Envié algunas cartas, por correo electrónico por cierto, pero en algunas no volví a tener respuesta.

Como los grupos en facebook son lo que más abundan, de pronto me apareció como sugerencia un grupo de chicas que aún mantienen esta forma de comunicación. 

Siempre con pena, como quien se presenta ante compañeros de una nueva clase, escribí una publicación presentándome, en busca de una amiga por correspondencia. 

Aquí es donde conocí a mi actual penpal, Yamily. Es en verdad importante tener a alguien paciente y comprensivo para las primeras cartas que haces. Yo estaba un poco perdida, pero ella fue tan amable como para mostrarme cómo es que iniciaríamos. Escribirse cartas se siente mucho más personal, reconoces la letra de la persona, puedes incluso hacerle regalos. Cuando recibí mi primera carta estaba en un mal momento, y llegué a casa para abrirla muy emocionada. Para quienes ya están más involucradas en el mundo del snail mail, hay cosas que se ven recurrentes en las cartas. La decoración de los sobres me parece muy importante, pues es lo primero que se ve de la carta. Para describir la mayoría de cartas que he visto, usaría la palabra vintage; lo viejo, las flores, el papel amarillento. En el sobre ponen, muy bien decorado, el nombre de la persona a la que va dirigido.

Sobre de mi primera carta.

Todavía recuerdo que lo que más llamó mi atención ese primer momento fue la estampilla de decoración que traía. Entonces no tenía idea de las muchas cosas de papelería que estas chicas coleccionan, y supe que tenía mucho por aprender. Otra cosa que parece ser popular entre ellas es el washi tape, cintas decorativas que las niñas coleccionan por montones. Mi carta venía cerrada con un trozo de esta cinta. Hasta ese momento no sabía cuántas cosas pueden caber en un sobre. Dentro llevaba una carta de tres hojas color amarillo limón llenas de letras. Lo que he aprendido es que entre más grande la carta, mejor. También traía detalles extra. En una pequeña hoja decorada había escrito algunas canciones para que las escuchara, y no se lo he dicho pero coincidimos en gustos musicales y me han encantado. Una postal de Mérida con una invitación para algún día. Una hoja con preguntas para contestar en la próxima carta que le enviara. Un separador de libros que ella misma hizo, el cual estoy ocupando ahora para apoyarme con Platero y yo. Lo último fue un sobre pequeño con muchos stickers y recortes. 

Todos regalos maravillosos, todo me encantó tanto que me he propuesto mejorar en la elaboración de mis cartas.

Yo le he enviado otras cosas, como una pulsera o un sobre de té. En cuestión de los regalos, sólo debemos cuidar que el sobre no tenga bultos para que no sea considerado un paquete. Entonces, los regalos ponen a prueba nuestra imaginación y creatividad.

Lo que contenía el sobre.

De esta manera, chicas de todas partes mantienen viva la comunicación por cartas. Usted mismo, querido posible lector, podría tomar una pluma y papel, y enviarle una carta a alguien. El entusiasmo que provoca la espera es sorprendentemente hermoso.




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