Alicia Méndez Medina | Imagen: pixabay.com||
Quiero mirar lo vivido como un punto de quiebre en la historia de la isla. Nuestra isla. Mirarlo como un momento importante, álgido, donde el agua entró a lugares insospechados, limpió y luego se escurrió.
Lo quiero pensar como ese episodio necesario en la historia nacional, el evento que trilló el camino en la constitución de nuestras individualidades, siempre atadas a las mitológicas concepciones del espacio vital que nos tocó. Como Ella, que iba tras el gran Toro, poseída y con ganas de bebérselo todo.
Pensarnos en otro plano.
Imaginar que sentimos lo sagrado en esta corporeidad.
En tiempo mítico,
en punto de lwa[1],
en otro tono.
Una historia[2] que por lo siglos de los siglos se sigue y se seguirá repitiendo en otras carnes. Imaginarnos, como legado de esas historias cimarronas, olvidadas por los relatos oficiales.
[1] Los Iwas son espíritus pertenecientes a la religión vudú, originaria de África Occidental, que pueden intervenir en los cuerpos humanos y en su entorno natural.
[2] Este relato remite a la leyenda de Erzulie, loa del amor y de la belleza, y Belecou, toro de sacrificio.

*Alicia Méndez Medina
Nací en Santo Domingo, Republica Dominicana, el 6 de junio de 1986. Soy de la barriada de Herrera en Santo Domingo oeste. El entorno, las luchas, las historias sobre la frontera de donde es originaria mi madre me han permitido construir y reconstruir unas historias transnacionales centradas en la marginalidad de una barriada diversa, empobrecida, alejada y hermosa.
Estudié Arte Dramático mención dramaturgia en la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD); antes que eso Comunicación Social mención Periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aún por culminar. Pertenecí a la poesía coreada de la Universidad, esta militancia en la declamación me permitió conocer muchos rincones de esta tierra.
En el 2020 participé con un texto en el Fanzine Pandémico de la colectiva Catalina Clandestina de Argentina. Participé con un texto poético en la antología Te quiero mi cielo de la editorial chilena La Fonola Cartonera en 2018