Realización de encabezado: Carlos Vilches

Pipo et l’amour aveugle

Adriana Acosta reseña Pipo et l’amour aveugle, Pipo et l’amour aveugle cortometraje francés de aproximadamente trece minutos de duración dirigido por Hugo Le Gourrierec, el cual fue parte de la selección del MIC Hueyo.

Pipo et l’amour aveugle (Pipo y el amor ciego) es un cortometraje francés de aproximadamente trece minutos de duración dirigido por Hugo Le Gourrierec y producido en el año 2019, además cuenta con las actuaciones de Solange Frejean y Anatole Zangs.

Fotograma del corto

El corto nos sitúa en un espacio industrial, donde las emociones son medidas y racionalizadas. Se nos muestra cómo los obreros trabajan en automático sin expresar emoción alguna, al menos hasta el momento en que suena una sirena, dando inicio el descanso. Es entonces cuando se nos presenta a uno de los trabajadores, Pipo, quien sale a la torre industrial para lavarse el hollín de su cuerpo.

Después de limpiarse un poco, se encuentra a una mujer sentada en un banco. Esta mujer le llama la atención y se acerca a ella, observa que el medidor de su cuello está vacío, mientras que el suyo está lleno; así que, a través de la música, el titeretismo y varios recortes, se propone hacerla sentir.

Al principio del corto, hay un cartel que manifiesta: “controlez vos emotions grace a la jauge” (controla tus emociones gracias al medidor). Con ello te adentra a la representación de un sistema represivo de emociones, en el que éstas se miden, se controlan y se racionalizan. Un sistema que te sumerge, te aprisiona y te reprime en un mundo donde las emociones no son aceptadas, donde la monotonía y la inexpresividad es lo cotidiano; pero que, de igual manera, te permite vivir circunstancias que las reavivan.

Fotograma del corto

El espacio industrial en el que se desenvuelve la historia de Pipo y la mujer representa, con los colores, los ruidos y las estructuras, las circunstancias en las que cotidianamente la sociedad se ve envuelta y obligada a ocultar sus emociones en un mundo donde la fuerza y la dureza se aprecia más. A su vez, este entorno industrial tiene su propio ritmo, uno que, de manera paradójica, condiciona el comienzo y el final de las emociones, así como las libera y las aprisiona.

Fotograma del corto

Por ello, el corto se centra en exteriorizar y explorar las emociones que con fuerza son reprimidas y sofocadas en el interior de Pipo y la mujer, centrándose en la intensidad, la ferocidad y la brevedad del amor. Al no contar con diálogos, se sirve de elementos auditivos y visuales, por lo que hay una focalización en el lenguaje corporal de los personajes, así como en la música y los efectos sonoros, demostrando que la palabra no es el único lenguaje que tenemos para comunicarnos.

Es, entonces, de esta manera como el corto se comunica con el espectador para criticar la insensibilización y deshumanización en las que nos sumergimos como sociedad; e invita a transmitir, sentir, compartir, explorar y explotar las emociones que viven al interior de cada uno en espera de ser sublimadas y apropiadas.

Fotograma del corto
Adriana Acosta (2001)

Adriana Acosta (2001)

Colabora como editora en la revista Vertedero Cultural. Participó en el pabellón virtual de “Vertedero Cultural” en la Fiesta del Libro y la Rosa 2021. Es estudiante de la licenciatura Literatura Intercultural en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, unidad Morelia, UNAM. Está interesada en el comportamiento, en el sentir y en el pensar de las personas, tanto individual como colectivamente

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