Recuerdo con mucho dolor el 25 de septiembre del año pasado, lloré al ver que tu familia aún gritaba por encontrarte con vida, mientras la fiscalía del estado ya había twitteado que habían localizado tu cuerpo sin vida con signos de violencia. Esa noche muchas mujeres salimos a gritar tu nombre, prendimos veladoras, te llevamos flores y lloramos abrazándonos unas a otras. Al día siguiente, salimos a marchar, tu nombre quedó grabado en cada pared de la ciudad, a donde volteabas veías con letras grandes y rojas JESSICA. Las mujeres estábamos tan molestas, tristes y decepcionadas que sentías la rabia de cada mujer que estaba ahí, gritando tu nombre y exigiendo la búsqueda de tu presunto feminicida.
El 27 de septiembre la Fiscalía del Estado lanzó la ficha de búsqueda de tu presunto feminicida Diego “N”, el 30 de septiembre fue localizado en el estado de Jalisco y puesto a la disposición de las autoridades, y el día 1 de octubre se le imputó por el delito de feminicidio y fue vinculado a proceso ese mismo día.
Durante todo un año tu familia y la sociedad no ha parado de gritar tu nombre. He seguido el caso durante todo el año transcurrido, y no nos cansaremos de exigir justicia. Tu mamá y tu hermano son tu voz en cada manifestación, no se han rendido ni un solo día y esperan que el Estado no les vuelva a fallar, así como les falló el 25 de septiembre del 2020.
Lo más impactante es la fortaleza de tu madre, ella lo repite en cada entrevista: “Lo peor que me podría pasar, ya me pasó. A mi hija la mató a más de 32 golpes, la violó y la tiró cerca de su casa, el daño ya nos lo hicieron. No son los abogados, es la injusticia que tenemos. Ustedes mismos van a ver mi trabajo, todo lo que voy a tener que hacer para tener justicia”.
Mes con mes, hemos estado presentes en cada concentración, manifestación y acto de presencia; hemos salido a gritar a los juzgados en algunas audiencias de tu caso; hemos cerrado calles y gritado tu nombre. La ciudad se ha llenado de lonas con tu rostro exigiendo a la Fiscalía, jueces y al mismo Estado que no se olviden de ti ni de lo que te hicieron, porque un feminicidio es un crimen de Estado. Desafortunadamente, junto con esto, el Estado es cómplice y corresponsable, al ignorar y no cumplir con la investigación, la procuración de justicia que te corresponde. El Estado y el sistema son cómplices y corresponsables al crear y permitir un clima de violencia institucional y de profunda misoginia, de discriminación en la impartición de justicia.
Ha pasado un año y las mujeres volvimos a salir a la calle a gritar tu nombre, llenamos el Palacio de Gobierno de pintura roja, que representó la sangre de cada una de las mujeres asesinadas y sin justicia en Michoacán. Porque fuimos todas las que gritamos tu nombre, pegamos tu rostro en toda la pared, lloramos y nos indignamos al ver el acto de presencia que el Estado dio para ti. El sistema te falló hace un año, y, hasta el día de hoy, lo sigue haciendo. Seguiremos en la lucha día tras día, por ti y por todas, nunca nos cansaremos de gritar tu nombre por toda la ciudad. El presunto feminicida va a caer junto a todo el sistema que lo protege. Morelia no se olvida de ti, Jessi, no nos cansaremos hasta que se te haga justicia, en nombre de muchas mujeres hoy yo grito: ¡JUSTICIA PARA JESSICA!