i. tu planta toca el templo de atenea ondeando tus cabellos bandera de lujuria pies perdidos sobre recinto sagrado, gorgona, el escándalo de tu belleza ahoga tu epidermis. sediento, enloquecido el dios de todos los mares, medusa, codicia tus inminentes piernas, la inútil gloria de tu seno anochecido. de rodillas y no en oración recibes al dios, eres, gorgona, violada en tu primer nombre, monstruo, infame, penetrada en todos tus nombres. sucios líquidos se derraman en el mármol del templo, tus gritos colman el deseo de poseidón, alimentan el poder de las blancas olas que rompen contra tus nalgas bestiales, tus muslos aberrantes, manos que aúllan auxilio perdón pides, medusa, el cabello nunca más negro te encuentra vertida convulsa admitiendo el horror de tu belleza. aparece la sabia, magnífica palas atenea que mira tu pecado medusa, profanaste el templo de la diosa pero bendita seas una cabeza te protegerá de los hombres, no te tocarán los hombres, medusa, no podrán verte serás carne del monstruo que llevas dentro, maldita seas gorgona: por tu cuerpo el templo, el sagrado recinto, ha sido mancillado; serpientes brotarán de tu cabeza y serán tu escudo, bestia, atrás.
ii. atrás, al fondo de tu existencia te haces un sitio para amaestrar a tus demonios aprehendes la ira y guardas en tu vientre el fruto, el germen condenado medusa, ruin será el castigo, penetra las tierras de tu exilio y huye, guárdate en un jardín, y ahora duerme, gorgona, y que tus sueños sean visiones de salvación nadie se acerca, sueña, alejandra, déjate ir deja que te cobijen las cabezas que brotan de tu cabeza victoria, los rumores entre la hierba son solo los primeros pasos del perdón nadie viene, mira, no hay sombras, el vuelo que escuchas es el viento nuevo mejor no mires, virginia, no abras los ojos así estaba destinado a ser, agnes, no estamos listos para tu cuerpo la diosa le ha dado alas a un hombre y un espejo para que mires el demonio en que te has convertido: colosal, perseo levanta tu cabeza en lo alto, muerta ya, fernanda, tus ojos inmensos, tus labios no son peligro tu sangre veneno y antídoto, tu cuello pegaso, tu cabeza escudo sirven ahora a la ley divina, inmensa medusa, infame bestia sirves maría, a las artes, tu cuerpo desnudo tu mirada petrificada, elsa, tu vientre mutilado, fabiola te convirtieron en otra, medusa, en caravaggio bernini, versace y piedra, medusa el mundo está amueblado por tus ojos y de cada falta, eres, siempre, culpable.
mundo propio
cuántas miradas para petrificarlos a todos cuántas piedras para alzar los muros donde haya sitio para estos infinitos gritos de dónde tantas piedras para tallar aún más petrificados rostros para llenar galerías con la historia nueva el triunfo de maría magdalena medusa victoriosa la lengua de marina venus sin firmas la venus de venus cuántas hidras cortadas entonces cuántas brujas cuántos más vueltos piedra cuántos y cuántas y ahora más cuántas piedras hay que lanzar y cuántas más hasta formar los cimientos sobre los cuales construir un mundo propio.
comunión
para ver a la medusa de frente basta con mirarla: y no es mortal / es hermosa y rie
hélène cixous
una vez puesta mi mirada en tu mirada tu risa en mi risa mi cuerpo vuelto piedra, cuerpo de tu cuerpo sangre de tu sangre, medusa no habrá nadie que pare esta guerra.