Still del cortometraje
Reseña del cortometraje "Polaroids of anexity". Un fotógrafo canadiense se queda atrapado en México cuando empieza la pandemia.
Este texto es parte de nuestra cobertura del festival. ¡síguela aquí en vivo!

Polaroids of anexity

Hay quienes dicen que solo se puede escribir desde el recuerdo, una vez que el ímpetu de los acontecimientos ha pasado y podemos reconstruirlos con la memoria, es entonces cuando el verdadero ejercicio artístico comienza; pero ¿qué pasa cuando los acontecimientos son interminables? Con una situación como la pandemia mundial que vivimos desde 2020, ¿cuándo sabremos que ha terminado? ¿Cuándo podremos hablar desde el recuerdo? Personalmente creo que la ansiedad y la incertidumbre nunca han desaparecido, pero aprendimos a vivir con ella, aprendimos a respirar, meditar, estudiar, escucharnos a nosotros mismos, aprendimos a mirar el cielo. También creo que ese es el punto de este corto.

Portada del cortometraje

“Polaroids of anexity” es un cortometraje dirigido por Luis Arturo Rodríguez y Raúl Salgado, realizado en diciembre de 2020 y publicado en 2021. El argumento es simple: un fotógrafo canadiense se queda atrapado en México cuando empieza la pandemia. La obra no es simple. Varios elementos se superponen, se conjugan y complementan para crear una experiencia real, para retratar la experiencia de muchos de nosotros. Es difícil nombrar todos pero comencemos por la maravillosa construcción del personaje, sorprendente además porque él propiamente no aparece, sino que lo conocemos a través de las notas de audio que envía a su hermano y las polaroids que toma con su cámara. Los directores han tenido muy claro el lugar de enunciación en el cual se sitúan: un fotógrafo millennial con cierta posición privilegiada. Abordan temas que preocupan a este sector, como la necesidad de conseguir trabajo, la búsqueda de sentido o justificación al camino que va tomando su vida, la ansiedad (enfermedad del siglo), entre otros. En este sentido no se trata ya de un corto de pandemia, la pandemia es solo un pretexto que hace tangible las dificultades de una etapa crucial en la vida.

Still del cortometraje

Otro aspecto digno de mencionar, esta vez más desde la plasticidad del corto, es el manejo del sonido. En el romanticismo el clima reflejaba las emociones de los personajes, pero en la actualidad, confinados y con menos contacto con la naturaleza, los sonidos de la ciudad son los que toman ese papel. Conforme la cuidad se va quedando callada el ruido interno, la desesperación van tomando el primer plano, toda la escena se llena con la ansiedad que transmite la voz de nuestro personaje.

Los símbolos también tienen un papel sumamente importante, aunque el espectador no sea consciente de inmediato de ellos. El primero es la casa embrujada, un toque de ficción/terror que materializa el miedo y la incertidumbre, el suspenso que provocan los fantasmas junto con el suspenso de estar atrapado en un país ajeno se concentra en esa caja, que atrae al personaje poco a poco, hasta que no puede ignorarla. El segundo es el cielo, símbolo de tranquilidad y libertad que se contrapone al anterior dando una salida al corto, cosa difícil cuando se aborda una situación que en la realidad no ha finalizado.

Still del cortometraje

Estos son solo algunos de los elementos que componen a un corto tan envolvente como este, que demuestra que no se requiere de una producción costosa y que aún con las inclemencias de la vida el arte siempre es posible y necesario. Cada espectador encontrará en él diferentes particularidades con las cuales sentirse identificado, pues el corto vuelve universal la experiencia privada del confinamiento.

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