En coautoría con Yordanys Oliva
Verano (controversia)
Se han vuelto las estaciones enredos en el cabello, no sabes si es un destello o sus reverberaciones, por mucho que le perdones al hoy que se vuelva ayer y abrace el atardecer las hojas en tu cabeza, verano que cuando empieza no sabes si va a volver. Yo sé de las estaciones y del intenso vapor que arrastra tanto sudor en sus ramificaciones, sé de las instalaciones de una playa descubierta que, cuando se pone incierta y quiere salir vestida de primavera dormida, el verano la despierta. Nada es eterno de humano ni la ilusión más probada, pero del todo a la nada nos queda siempre el verano. Por más que luzca lejano irlo previendo yo quiero porque ante el tiempo severo podré recordar amable al otoño que me hable un verano pasajero. Canciones sin armonía, playas sin oleaje rudo, una amistad sin saludo y un libro sin poesía, es esta la vida mía desde el último te espero, juego con un verdadero silencio que me estremece y mi tristeza parece un verano pasajero. Se opacaron los colores por el destino inclemente, pero promete tu frente que vendrán tiempos mejores. Siempre se guardan más flores y si parece lejano el horizonte, tu mano un conjuro despereza y enjugará mi tristeza como lluvia de verano. Beso el cielo, veo a Dios incómodo en su aposento, me alegro por este intento que nos resultó a los dos, me gasto sobre un adiós que nunca se vio lejano y, cada vez que tu mano vuelve a tocarme la frente, lluevo sobre lo caliente como lluvia de verano.
Reos del lujo (glosa)
Éramos reos del lujo de una obra en proyección, pero no tuve la opción de repetir el dibujo.
Yordanys
Creímos que solo nuestro era el rumbo del destino, soñamos un desatino, el despertar fue siniestro. No hubo oráculo ni ancestro ni hechizo, pócima, embrujo que ante lo que se produjo apaciguara el instante: la soberbia por delante éramos reos del lujo. Quedamos a la merced o, lo mismo, al desamparo, vimos de frente el descaro sin freno, embrague, ni red. Vimos espada y pared cerrarse sobre un rincón, metimos la salvación hasta donde la reclamas, como los planos en llamas de una obra en proyección. Quise bajar del estrado mas ya no hubo escalera, quise encontrar la manera sin que la hubiera ensayado, quise ni haber empezado, abandonar la función y rechazar el guion, mudar disfraz y lugar, quise dejar de actuar pero no tuve la opción. Sostuve así el antifaz disimulando la boca, sostengo lo que me toca con esperanza sagaz. Toda fortuna es fugaz hasta donde te condujo, si la suerte se redujo como tú puedas la acatas, no sale igual cuando tratas de repetir el dibujo.
Caterina
Silvas de los vientos
Vamos a hacer las silvas de los vientos de ráfagas, de acento y remolino, de polvo y de camino de recuerdo y de prueba de distintos alientos, nombre que se renueva de límpido horizonte o de neblina. A los vientos, algunos, los conozco. Unos por la hermosura sibilina de su nombre, unos más por testarudo, accidentado y hosco estremecer de huesos, resequedad voraz, memoria de cerezos de pétalos volando en las pinturas. Soy frialdad desde el norte, tramontana, un viento sin angustias tan lluviosas y como vivo sin tumbar las rosas florezco amanecido en las mañanas. Solo un sol sin rupturas me despeina las canas, atemorizo en noches más oscuras, pero me ha dado igual ser tramontana que soplar gregal, burlo temperaturas. También, cuando hace falta, soy levante por mí, se dice, hay locos en Tarifa por el sueño extraviado de un califa que se negó al exilio al soplo desafiante de las arenas, primer domicilio, un oriente a la vuelta de la esquina. La costa se imagina el eco de las dunas. Y cuando corro soy, igual, sin agua como aliento de fragua desde áridas fortunas. Mas mi luz seca nunca ha sido yerta por esas leguas de playa desierta donde nunca he de hacer helar las lunas cómplices del amor no soy solo del norte también soy de calor al sur yo nunca le he dado la espalda soy nieve y esmeralda y soy tranquilidad y soy resorte, soy quemadura desde un mediodía siempre me voy y llego lo mismo que un abrego lluvioso y eruptando poesía. Porque es que a veces con el viento llueve de abrego tibio, suave, o de borrasca que azota la nave, que sea galerna breve o súbito bayamo, relámpago, reclamo a la quietud o bien a la sequía o a la rabia que ignoro todavía que se envuelva y revuelva quizá hasta se resuelva o que, más fácilmente, se disuelva en un momento o en horas de aguacero. En gotas me deshago y vuelvo entero. Vuelvo como los vientos escapados, vuelvo frío o caliente yo vuelvo si me lo pide la gente los solteros y los acurrucados, frío, empaño cristales, mientras caliente extraigo los vapores con presagios y olores que desde los inicios ancestrales me nacen blando y fuerte me conceden la suerte de volverme una ola en los mortales.
Tú que venías (glosa)
Y eras tú, tú que venías con paso de agua clara buscando que te contara azules melancolías
Rafael Rubiera (Madruga).
Del aire un escalofrío, sombra cruzando el portal, eco de paño en cristal y recuerdo de extravío, huella de gota en el río, romance de valentías, brisa barriendo sequías del verde nuevo del monte, perturbación de horizonte y eras tú, tú que venías. Llegas sobria de atributos, abundante de noticias y el peso de tus caricias es quien desprende los frutos de los árboles astutos que el monte nos regalara porque, frente a lo que ampara mis delirios abundantes, dejas huellas refrescantes con tu paso de agua clara. Llego escasa de adjetivos porque soy gente de nombres y para hacer que te asombres no necesito motivos, traje mis remos y estribos por si los necesitara, vengo con voz de alfaguara y sin haberme tardado porque sé que tú has llegado buscando que te contara. A tí me debo, al embrujo de tu voz, a tu sonido que dejó de ser gemido para hacerse voz de lujo, mas no es igual el dibujo, por extrañas agonías son distintos estos días a los anteriores años y hay en tus ojos castaños azules melancolías.

Melusina y el amante imprudente (controversia)
Problemas de Melusinas que tenemos en las fuentes, de las mujeres serpientes que ni siquiera imaginas. Se complican las rutinas, algo aquí me descontrola las escamas de la cola, qué fastidio he de sufrir, qué difícil digerir una pipa, una pistola. Después de la seducción de serpiente o de mujer, no queda más que tener luchas con la digestión. Con alguna solución debo salir de tu vientre, para que se escriba entre un disparo y una ola la historia de esta pistola dondequiera que se encuentre. Yo no sé ni cómo hablas cuando ya no tienes lengua, y me admiras, pues no mengua la conversación que entablas. Si te metes con las diablas de aventura a su aposento ya ves que llega el momento que te van a digerir, descuida, vas a salir, pero cómo, no te cuento. Yo hablo porque de hablar todavía no me privas, quedan ilusiones vivas y fuerzas para luchar. Yo solo quiero contar la historia que nadie cuente y decir que soy valiente ampliamente conocido, el único que ha salido del vientre de una serpiente. No solo sabes hablar sino que hablas en verso, qué divertido el almuerzo que hoy me vino a tocar. Mira, ocurrente manjar, verás, saldrás, no te atranco, por destino claro y franco al sacarte de mi tripa tú serás pistola y pipa con algún huesito blanco. Yo seré pipa y pistola, madera y metal seré y seré una historia que sabrá defenderse sola, yo seré la barcarola que nadie podrá olvidar, mientras que a ti, por estar buscando mis agonías, los peces todos los días te vendrán a reclamar.
Pero si quieres no es broma (controversia)
Sí quiero, pero si es broma, si es broma no me pronuncio, sí quiero, cuando lo anuncio, si quiero quito la coma, de broma si quiero asoma si de broma, forastero, entre sombrero y sombrero quieres que mire que vieres que si de broma quisieres sí es broma que sí no quiero. A mí me da igual, en broma o en serio, yo lo hago bien, mis oraciones también tienen punto y tienen coma, no titubeo en idioma para proyectarme un rato aquí sin un desacato que me prive de la brisa o te mato de la risa o de otra cosa te mato. Me matas, dices querer, te mato, quieres decir, si bromeas con aludir aludes sin responder, si respondiste, fue ayer, de ayer a hoy no pudiste cuajarle la risa al chiste, preguntar por la respuesta, desenlazarle la apuesta, pararle el pico al alpiste. Yo mato pero no dejo detrás a los que no pueden, aunque cuando más me agreden es cuando menos me alejo. Buscando un trío parejo me gradué de remolino, en nuestro joven camino he logrado descubrirte y tú prefieres morirte para gritarme asesino. Me estoy pintando los labios, por nada pienso en morirme y te escucho presumirme que te sabes entre sabios, desandando desagravios del orden que desordene, por pena que se me apene la verdad en laberinto mientras los labios me pinto voy viendo si me conviene. Nadie se empieza a pintar sin saber lo que va a hacer, si se pinta una mujer sabe lo que va a entregar. Es fácil diferenciar entre hambre y mesa servida, no pretenda darle huida a los pensamientos sabios: usted se pinta los labios porque ya está convencida.

Yordanys Oliva Llanes (Güines, Cuba, 26 de marzo de 1998) pertenece a una familia de generaciones de repentistas. Entre sus logros y premios, ha ganado por tres años consecutivos el concurso de improvisación infantil Francisco Riverón, ha sido finalista en el último concurso mundial de pie forzado, ha obtenido en 2019 la distinción Horcón de la Décima y el tercer lugar en el concurso Justo Vega en el marco de la Jornada Cucalambeana. Ha sido instructor de los talleres de improvisación de la Casa de la Décima Francisco Riverón (Güines, Cuba).