Patricio Zunini recuerda una de las tiras de Quino más ingeniosas y la contextualiza al momento de su publicación.

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El “Guernica” de Quino

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El “Guernica” de Quino: la transición hacia la democracia, a puro arte

Esta nota fue publicada originalmente en Infobae. Agradecemos a su autor todas las facilidades para republicarla.

Cómo dar respuesta al horror

En junio de 1937, a pocos meses del bombardeo a la ciudad vasca de Guernica, que dejó centenares de muertos, Pablo Picasso expresó la angustia, el patetismo y el espanto en un famosísimo cuadro de casi tres metros y medio de largo.

El Guernica de Picasso se exhibe en el Museo Reina Sofía de Madrid y pararse frente a él es una experiencia que altera los nervios. Tal como sucede con Goya y los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 o con La balsa de la medusa, de Géricault. Ver esos cuadros, ver especialmente el Guernica, es una manera de poner en presente la tragedia humana.

Guernica, Pablo Picasso
Guernica, Pablo Picasso

Con una capacidad sobrenatural para mostrar que el humor puede ser una forma del arte, Quino actualizó el Guernica y, con una simplicidad maestra, lo cambió de signo.

Para muchos —para todos—, Quino va a ser siempre el “papá de Mafalda”, el señor de anteojos y sonrisa campechana que firmaba durante horas en la Feria del Libro, el que le ponía el punto final a la revista del domingo con alguna ironía, con esos chistes que primero te hacen reír y después te hacen pensar de qué, realmente, nos reímos.

La dictadura argentina y Quino

A finales de 1982, la Argentina empezaba el lento camino para cerrar la etapa más cruenta de su historia moderna. El gobierno de facto, que había impuesto una maquinaria atroz con el terrorismo de Estado, mostraba, tras la derrota de la Guerra de Malvinas, resquebrajaduras en su solidez aparente y la democracia aparecía en el horizonte.

En ese contexto, Quino hizo uno de sus chistes más perfectos. Algunos años después, el original estuvo destacado en una muestra en el Palais de Glace.

Guernica de Quino

Con apenas dos viñetas, mostraba la llegada de un nuevo tiempo, el verdadero tiempo del progreso y la armonía.

En el primer recuadro, una mujer y una empleada doméstica miran una habitación completamente caótica: hay libros y discos tirados en el piso, botellas vacías en la mesa, una lámpara tiene la pantalla desencajada y los almohadones del sillón están revueltos. Destaca el Guernica de Picasso en la pared. La casa ya está en orden en el segundo recuadro… y el cuadro también.

Quino se apropiaba duchampianamente de Picasso para dar respuesta al horror con un mensaje de múltiples interpretaciones: la habitación como un país en ruinas —como el fin de la fiesta de unos pocos o los despojos que deja tras de sí un grupo de tareas—, la esperanza en el futuro que se avecinaba, la concordia de las clases sociales. Es un chiste hermoso de una persona hermosa que nos enseñó a reír, pero, sobre todo, a pensar.


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Patricio Zunini

Patricio Zunini

Patricio Zunini (Buenos Aires, 1974). Escribe regularmente sobre temas de cultura, educación y literatura en Infobae. Ha colaborado con medios nacionales y del extranjero; además fue columnista de literatura en Radio del Plata y Radio Cultura. Fue coordinador general de la Fundación Filba. Tiene media docena de libros publicados, entre ellos Fogwill. Una memoria coral (Mansalva, 2014) y Qué es un escritor. 100 preguntas sobre literatura argentina (Pánico el Pánico, 2018).

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