Quino // Foto: www.quino.com.ar
Si bien Mafalda se convirtió en un símbolo de lo argentino que ha trascendido todas las fronteras, no son, lamentablemente, tan famosos sus amigos –un modelo antropológico en escala de la clase media que conforma la fauna urbana– ni es así de famoso, mucho más grande aún, un modo particular de creer en la amistad que los argentinos defendemos como propio a donde vayamos.

COMPARTE

Joaquín Salvador Lavado, Quino

Lenguas Originarias
DOSSIER
Publicación original: octubre de 2020

Quino no fue para mí un nombre hasta que tuve unos ocho años.

Y desde ahí fue más que un nombre, se convirtió en un modo de ver el mundo. Es, probaba de sintetizar hoy, una narrativa que corre paralela a mi vida.

Es con certeza lo que más he citado, tanto, que ya normalmente no subtitulo “el chiste que viene al caso” pero no pasa un día sin que “Mafaddita” y sus amigos estén imbricados en mi mundo. Baste como botón que apenas me mudé a Roma tuve que comprarlos en italiano y luego llevarme los míos, los viejitos, para allá.

Es que, en mi caso en particular, no puedo medir mi mundo sin verlo a través de sus ojos.

Apechugar, por Quino.

Hace algunos años volví a ver una película que recordaba de niña por sus bellas imágenes, Out of Africa de Sydney Pollack, y es casi la misma sensación: si yo tuviera que dar un manual para que un alienígena entienda mis ideas sobre algún tema, allí están, mejor expresadas, más claras hablando sobre mí que yo misma. Eso me pasa con Mafalda. Y con “Muchas gracias, de nada” y con tantos otro libros que conozco. Hay una especie de garantía de negrura y ternura mezcladas y que son mi manera, mi modo, el suyo. 

Si bien Mafalda se convirtió en un símbolo de lo argentino que ha trascendido todas las fronteras, no son, lamentablemente, tan famosos sus amigos –un modelo antropológico en escala de la clase media que conforma la fauna urbana– ni es así de famoso, mucho más grande aún, un modo particular de creer en la amistad que los argentinos defendemos como propio a donde vayamos.

Mafalda, nacida en el seno de una familia promedio es una niña anarcopacifista y beat cuando apenas esos conceptos apenas llegaban a la Argentina. Comenzó a publicarse durante un gobierno democrático y, cuando este fue derrocado, Mafalda se preguntó “¿pero entonces lo que nos enseñan en la escuela…?”

Unos años más tarde, cuando el ejército desalojaba a bastonazos a los profesores de la universidad, Mafaldita le explicó a su amigo Miguelito “el palito de abollar ideologías”.

Mafalda nunca calló y supo sortear la censura sin dejar de hacer humor comprometido

Así Mafalda acompañó los avatares de la política argentina y mundial, la guerra fría y siempre pintó la sociedad con trazos precisos y definitivos. Así fue Quino: coherente, justo, lapidario. La ternura y la negrura trenzadas.    

Mafalda, su tira más famosa, se publicó solo por nueve años y su última aparición en un diario fue en 1973, precisamente cuando la política argentina permitió vislumbrar un futuro de violencia. Mafalda, Quino a través de ella, no tuvo más que decir.

Siguió haciendo humor, filosofía, observación. Y poesía en cada tira.

Joaquín Salvador Lavado nos ha dejado una obra gigante, genial, hermosa.

Pero nos ha dejado y eso hoy duele tanto como todas las risas que, a lo largo de una vida, nos regaló.


Síguenos en Instagram

vertederocultural.com

Eugenia Marina Andreani

Eugenia Marina Andreani

Música, etnomusicóloga y documentalista. Nació en Buenos Aires y allí desarrolló su actividad hasta el 2017, cuando se trasladó a Roma para finalmente instalarse en La Habana. Trabaja investigando la poesía oral en la tradición cubana. Ha publicado, además de la plaquette a la que pertenecen estos textos que compartimos en el Vertedero Cultural, Crónica del Desamparo con AlFilo Ediciones, Viaje al fin de la tristeza, Punto Aparte Ed. y Azul, ed. de la autora. En prensa se encuentra Quimera y, para este fin de año espera presentar Juego de Manos, que dialoga con la obra plástica de Yoanny Oliva Díaz

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte

DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA

Ciencia

Publica con nosotrxs

Lo último