La buena para nada
Cortesía: freepik
Las palabras denigrantes oprimiendo el pecho todavía no sirves para nada, él decía y callada agachaba la cabeza.

COMPARTE

La buena para nada

Lenguas Originarias
DOSSIER

LA BUENA PARA NADA

Despierto y ante mí
La cotidiana escena; 
El rancio olor etílico
Impregna la habitación entera.

Las palabras denigrantes
Oprimiendo el pecho todavía
No sirves para nada, él decía
Y callada agachaba la cabeza.
Lloré incansable esas noches,
Secas quedaron ya mis hendiduras.

Miro aquel cuerpo que me dio la espalda
Placentero yace 
Y su rostro no delata 
Remordimiento alguno.

Camino en el pasillo dando tumbos
Botellas vacías que mis pasos truncan
Veo con lástima el plato no probado
Por no haberlo cocinado 
Al instante en el que fue ordenado.

Me aseo con rapidez,
Doy un sorbo al café  
Parece más amargo.

Sigilosa salgo a mi jornada 
Procurando al regreso
No traer sonrisa dibujada,
Ni gota de pintura en el rostro,
Ni por demás cansada
Cualquiera de estas circunstancias
Será motivo para empezar a discutir las faltas.
O quizá con suerte esté como sin nada y dirá con cinismo ¿qué te pasa?
 ¿Por qué estás tan callada?

vertederocultural.com

Te recomendamos

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte

DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA

Ciencia

Publica con nosotrxs

Lo último