HOMBRE PATULECO
A viva voz sobre el desprecio Sobre la marca, encima de las órdenes. Y las órdenes. Hombre patuleco resiste. La letra viva cabalgando las suposiciones, metiendo la cuchilla en el montículo. Haciendo lo que le da la gana. Unas letras mal ubicadas, una mirada desorbitada, intención definida por la tierra, el aire. Y el tufo determinante. Trepado en los confines del día a día Volviendo sobre las mismas cosas Regresando de forma continua al mismo lugar La misma herida. Hombre patuleco: al oeste de estas tierras, ojos saltones, dientes cómo la leche y una señorialidad que contradice tu opinión. Rompe con lo establecido y lucha por ser feliz.