EK LADKI KO DEKHA TOH AISA LAGA: LA REVOLUCIÓN DE BOLLYWOOD
El 6 de octubre de 2018 se despenalizó la homosexualidad en la India. Un hito que ha contribuido a una mayor aceptación de la comunidad LGBTQ+ en el país asiático. No obstante, como ocurre en otras latitudes, la legislación no siempre es reflejo de su sociedad. En el caso de India, la homofobia que todavía permea está atravesada por múltiples factores, entre los que se encuentran la religión y la pobreza. El fanatismo ideológico, aunado al limitado acceso a la información y educación sobre salud sexual, impide el fortalecimiento de una cultura tolerante y abierta. Por esta razón, Ek Ladki Ko Dekha Toh Aisa Laga resulta más que una simple película, pues, para gran parte del público local, esta podría ser su primera aproximación a la comunidad LGBTQ+.
Estrenada en 2019, esta es la primera producción de Bollywood en presentar una historia homosexual que —vale la pena decir— ha superado algunas aproximaciones de su contraparte hollywoodense. Mientras en ciertas películas estadounidenses el tema de la diversidad de género se trató abusando de tabúes y estereotipos, como el caso de The Danish Girl (Tom Hooper, 2016) o Disobedience (Sebastián Lelio, 2018), la obra dirigida por Shelly Chopra Dhar logra retratar la realidad de la comunidad LGBTQ+ de manera honesta y digna. Aunque con momentos meramente dramáticos —propio del cine hindú—, la película regala escenas entrañables, en las que se sirve de la comedia, y también de los bailes típicos de las producciones hindúes, para sostener un buen ritmo.
en ésta película miramos todas las vertientes de la sociedad hindú respecto a la diversidad de género.
En la cinta conocemos a Sweety Chaudhary (Sonam Kapoor), una chica introvertida y respetuosa de las tradiciones, quien es presionada por su familia para contraer matrimonio. También, casi de manera paralela, se nos presenta a Sahil (Rajkummar Rao), hijo de un productor famoso que desea alcanzar una carrera como guionista por su propia cuenta. Siguiendo la fórmula de la típica comedia romántica, el encuentro entre ambos generará una serie de malentendidos que harán creer que Sweety está enamorada de Sahil. Al comienzo, la situación indigna a la familia Chaudhary pero, eventualmente, será vista como la oportunidad perfecta para que finalmente Sweety se case. Sin embargo, en un momento de sinceridad, la protagonista revela no estar enamorada de Sahil, de hecho, jamás se ha enamorado de un hombre.
En diferentes momentos, la película hace uso de flashbacks, mediante los cuales se muestran partes de la niñez y adolescencia de Sweety. Este recurso también se utiliza para contar la historia de cómo conoció a Kuhu (Regina Cassandra), una joven de la que se enamoró y con la que mantiene una relación en secreto. Sin duda, el punto más trascendente de toda la cinta, ya que este hecho traerá diversas repercusiones. En principio, después de contar la verdad a Sahil, éste decide ayudar a Sweety, montando una obra de teatro para mostrar su realidad y mandar un mensaje de aceptación. Algo que, paradójicamente, logra la película, pues en ésta miramos todas las vertientes de la sociedad hindú respecto a la diversidad de género.
La razón por la que Bollywood puede presumir de una gran cinta LGBTQ+ es porque en esta se entrecruzan diversos factores que permiten calcar la compleja realidad de India, no siempre dividida en blanco y negro, sino con múltiples matices.
Por supuesto, se debe destacar la conducta de Sahil que, aunque decepcionado por no ser correspondido, en ningún momento toma una actitud de venganza o desprecio, sino por el contrario. Sahil será el mejor aliado de Sweety, con quien será empático y solidario, ayudándole a sentirse aceptada y a tomar el coraje para mostrarse como es. Ese aliado que, muchas veces, en contextos adversos, los miembros de la comunidad LGBTQ+ necesitan. Por otro lado, Chatro, cocinera y asistente de Sahil, que se muestra tolerante con Sweety, representa la esperanza de una sociedad donde la orientación sexual no sea motivo de exaltación, ni mucho menos de desagrado.
Por supuesto, otro gran acierto de la directora es no sólo mostrar lo positivo, sino también lo negativo y, por consiguiente, la realidad a la que mayormente se enfrentan las personas con una orientación sexual diversa. En algún momento de la cinta escuchamos a la mamá de Sahil decir: “No cuentes una historia, cuenta la verdad”. Un concepto muy presente en esta entrega, que es consciente del contexto hindú y la homofobia que la compone. La razón por la que Bollywood puede presumir de una gran cinta LGBTQ+ es porque en esta se entrecruzan diversos factores que permiten calcar la compleja realidad de India, no siempre dividida en blanco y negro, sino con múltiples matices. De esa manera, se logra generar empatía con el o la espectadora.
Esta entrega no teme reflexionar sobre la vida de las personas con una orientación diversa en India, Asia y el mundo en general.
Lejos de la caótica y abrumadora ciudad de Bombay, la película se sitúa en el pueblo de Moga, donde existe la posibilidad de hacer una pausa y mirar ciertos aspectos que, muchas veces, son inadvertidos. En ese sentido, la cinta es muy honesta, pero, sobre todo, consciente de la sociedad a la que le habla. Al no ser una película globalmente comercial, el título de la cinta no se encuentra en otro idioma, sin embargo, se puede traducir como: Cuando miré a una chica, sentí a Aisa. Un nombre muy acertado cuando percibimos los múltiples matices de la película.
Claro, no es perfecta, pues muchas veces roza lo extremadamente melancólico, pero sí posee un abanico de diversidad muy amplio. Desde el trato homofóbico hasta el cambio de mentalidad que la aceptación de la comunidad LGBTQ+ implica muchas veces. Esta entrega no teme reflexionar sobre la vida de las personas con una orientación diversa en India, Asia y el mundo en general.
En consecuencia, Shelly Chopra logra una manera orgánica y positiva de brindar aceptación a la comunidad LGBTQ+, siendo respetuosa a la sociedad hindú, al no fomentar la homofobia y tampoco escandalizar a los más conservadores. Un perfecto equilibrio que dignifica al cine hindú y engrandece este género, que aspira a dejar de serlo. Ek Ladki Ko Dekha Toh Aisa Laga es una gran cinta de temática LGBTQ+ pero, sobre todo, es una gran, entretenida y empática comedia romántica que busca sembrar valores entre su audiencia, con la intención de verlos emulados, ya no sólo en la pantalla grande, sino fuera de ellas: en las casas, en las calles, en la sociedad. Esa es, después de todo, la revolución que Bollywood ahora abandera, y de manera sumamente positiva.
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