Yunuen Parra. Mi experiencia en el slam
Yunuen Parra en el Circuito Nacional Poetry Slam MX 2023. Fotografía de Evaristo Morales.
Así como fluyen los versos, así como se deshilacha un poema, así como se fugan las palabras de la boca, así fue mi inmersión al slam.

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Mi experiencia en el slam

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Mi experiencia en el slam

Así como fluyen los versos, así como se deshilacha un poema, así como se fugan las palabras de la boca, así fue mi inmersión al slam. La primera vez que recuerdo haberme subido a un escenario para enunciar mis textos no tenía ni la más mínima idea de lo que hacía. No sabía que era posible utilizar mi cuerpo, además de mi voz, o que podía marcar el ritmo con las palmas del público.

Slam de poesía para morras impartió un taller gratuito en el Museo del Estado. Gracias a estas sesiones, descubrí una nueva forma de hacer y decir la poesía. Entendí que la palabra surge de lo que te atraviesa, que está hecha para enunciarse y que todas podemos enunciar. También aprendí que un poema se ve y se dibuja. Ejemplo vivo de esto son las creaciones de Abril Cira, Emilia Solís, Carolina Herrejón y Victoria Equihua, integrantas del Slam para morras y Colectiva Calandria.

El taller finalizó con un evento donde las asistentes al curso y las mujeres que quisieran podían compartir sus textos. Estaba nerviosa, ya que vulnerarse ante otrxs con tu palabra nunca es fácil. Aun así, todas las chicas nos atrevimos a pasar y algunas quedamos seleccionadas para participar en la Final Estatal. Esta selección la realizan voluntarixs del público que se animan a ser juradxs.

Slam d

El taller ocurrió entre mayo y junio del presente año y la Estatal tuvo lugar a finales del siguiente mes. Durante ese lapso, continué escribiendo y practicando hasta que anunciaron el evento en el Jeudi 27. Ubiqué algunas caras entre las participantas y conocí otras que habían sido ganadoras de otros slams locales. Las voces de mis compañeras resonaron con fuerza y lxs espectadorxs aplaudían entusiasmadxs. A la hora del recuento de calificaciones, el corazón se me salía. Cuando escuché mi nombre, supe que esto iba en serio.

El siguiente paso era la competencia nacional con sede en Querétaro. Conté con dos meses para prepararme. A finales de septiembre, abordé el autobús junto con Abril rumbo al 5° Slam Nacional Mx. Al llegar, nos recibieron con un apetitoso desayuno en el barrio de San Francisquito, lugar de arte y resistencia de la entidad. Con la panza llena, lxs presentes conversaron sobre los retos que enfrentan lxs slammasters, es decir, lxs coordinadorxs de las ligas que gestionan o autogestionan los slams en sus ciudades. Este tipo de diálogos, resaltaron, son vitales para el fortalecimiento de la comunidad slamera en México.

La primera fase de la competencia inició por la tarde en el Museo de la Ciudad. El espacio me deslumbró. Las paredes de concreto sostenían obras pictóricas con técnica de collage y lapicero. Las dimensiones colosales del techo albergaban una acústica que el equipo de sonido aprovechaba. A lo largo, sillas plegables abarrotadas de gente. Al fondo, una manta en defensa del agua y el DJ. Paolo mezclando.

Slam de poesía

Antes de empezar la contienda, lxs conductorxs recordaron las reglas: decir textos de autoría propia, no sobrepasar los tres minutos y utilizar nada más que la voz y el cuerpo. El orden de participación se eligió al azar previamente, contando con 12 participantes: en primer lugar, Javier Pacheco de Colectivo Alphalabra, Mr Rebel de Vantage Slam, Azul Segura de Perra Slam, su servidora de Slam para morras, Chimeco Loco Flow de Flow Project, Orlando Lara de Slam Poético Yucatán, Maestra FuriA de Coatlicue, Jack Constantino de Neptuno Poetry Slam, Maia de Voces Urbanas, Amelio Federico de Arrecife Eslam, Xiwan de SLAMIN y Mago Errante de Catáfora.

Hubo dos rondas en las que enunciamos un texto por cada una. Gracias al escándalo comunitario, cerraron las puertas del bodegón y un calor sofocante empezó a derretir los cuerpos. Sin embargo, el entusiasmo no cedió. Cuando fue mi turno, las manos me temblaban y sacudían el micrófono. Un silencio se esparció por la habitación. Unos cuantos aullidos se oían a lo lejos para animarme. Mi voz tomó su cauce, ese que ya se sabía, sin pensar demasiado. A la hora del recuento, fuimos 6 slammers quienes pasamos a la Semifinal.

Una vez superada la primera etapa, las integrantas de Slam para morras corrimos a descansar. Una amiga de ellas nos recibió en su casa. A la mañana siguiente, hubo una presentación de fanzines de las ganadoras de slams pasados, todos a cargo de la editorial Come Fuego. Por supuesto, me llevé el de Zandy Nova, campeona del 2022, y el de Victoria Equihua, tercer lugar de la World Poetry Slam Championship.

Slam a

La sede de la segunda fase ocurrió en el Museo de arte contemporáneo, esta vez al aire libre. El frío enchinaba los cueros y la noche auguraba catarsis. Las palabras se me entumecían en la lengua, mas tuvieron que despertar cuando me llamaron al escenario. Los versos cayeron como torrentes, liberándome así de unas ansías que me carcomían. Esa noche, los textos de todxs se impregnaron de fuerza lunar.

En ocasiones, las campanadas del templo de enfrente acompañaban los poemas y los dotaba de un misticismo sobrenatural. Cuatro individuos fuimos bendecidos por la luna y avanzamos a la Final: Azul Segura, Xiwan, Mago Errante y yo. Para calmar los nervios, la comunidad slamera fue a celebrar. No había mesas que alcanzaran para todxs. Así que nos conformamos con sillas. Hasta que la última pista sonó, partimos entre risas a descansar.

Al día siguiente, amanecimos frescas. Como parte de las actividades, un taller de grabado se impartió en San Francisquito. Además de tallar y entintar, aprendí que se puede hacer poesía con los dedos. Las chicas de Slam para morras aprovechamos el tiempo muerto para recorrer el centro de la ciudad. Los cafés abundaban, así como las artesanas que tejían sus leles en el piso. No tardó en oscurecer y supimos que era hora.

La final se desarrolló en la sede anterior. Antes de iniciar, se abrió el micrófono para que lxs asistentes al evento compartieran su poesía. Me alegró ver a muchas jóvenes plantarse en el escenario, varias por primera vez. Por último, las ganadoras de años pasados se presentaron como poetas de sacrificio, es decir, como las primeras en pasar para que lxs nuevxs juradxs entrenaran su tino. Zandy Nova nos estremeció con “eu ñao sou uma cidade” y Victoria Equihua encendió los ánimos con “Sé una buena mujer”.

Slam de poesía

Cuando fue mi turno, me encontraba más tranquila. Me sentía orgullosa de mí por haber llegado hasta allí, sabiendo que contaba con el respaldo incondicional de Slam para morras. Esa noche, varias fibras sensibles resonaron. Azul Segura provocó las lágrimas de varixs al desnudar su alma y hablar de lo que nos duele. Mago Errante nos demostró que las sonrisas son gratis y que “no hay que subestimar nuestra capacidad para valer madre”. Xiwan empuñó su lengua tutunaka (como él la nombra) e hizo que todos los corazones latieran al unísono con sus versos de identidad y resistencia.

Sin embargo, nadie esperaba el final. Las calificaciones del jurado habían sido tan reñidas que tuvo que hacerse un desempate. Azul Segura y Mago Errante se disputaban el tercer y cuarto lugar y Xiwan y yo, los dos primeros. Cada quien eligió su mejor carta, algún poema que ya habíamos enunciado, y nos lanzamos como moneda en volado. Decidí terminar con el texto con que había empezado. La repartición de lugares fue cuestión de decimales. Por fin anunciaron los resultados: Slam para morras se coronaban por segunda vez como campeonas del Circuito Nacional Poetry Slam México.

La bulla estalló. Corrí a abrazar a mi liga. Mike capturó el momento tomando una foto de toda la banda presente. Mas las sorpresas no acabaron. Comikk MG y Dalila, lxs organizadorxs del Circuito, anunciaron la próxima sede del Slam Mx: Michoacán. Slam para morras será la anfitriona del siguiente año. Nada podía ser mejor. Para rematar la noche, fui con mis chicas a cenar unos taquitos de suadero. Después, nos lanzamos a la fiesta de despedida.

Slam de poesía

Si algo aprendí de este viaje fue que estamos transformando la poesía. Ya no sólo se halla en papel, sino en boca de todxs. Ya no sólo se dice con la voz, sino con el cuerpo. Ya no es para unxs cuantxs, sino para quien tenga algo que enunciar. La multitud de propuestas de las que fui testigo son una probadita de todo el arte que se está generando en la república. Arte independiente, autogestivo, por y para la gente. Arte congruente y comprometido con la realidad social de cada unx. Arte no solo por el arte, sino por la comunidad.

vertederocultural.com

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Yunuen Monserrat Parra Herrejón

Yunuen Monserrat Parra Herrejón

Yunuen Monserrat Parra Herrejón (Michoacán, 6 de julio de 2003) es estudiante de Literatura Intercultural en la UNAM. Amante de la palabra escrita y enunciada. Ganó junto con Marian Parra el tercer lugar en el concurso Si canta una, nos escuchamos todas del IMMUJERIS por el rap Mujer poderosa (marzo 2023). Cuenta con un relato publicado en la Antología de escritoras de Morelia (Tait/ Municipio de Morelia, 2023).

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