El último en hablar
Gabriel Rodríguez Liceaga* Como cada sábado a las tres de la tarde andábamos ebrios y con el corazón exaltado. Habíamos bebido sendos Chartreuse Verdes de la cava de Jaime Aljure en La Casa del Bistec. El puro aroma de tal infusión te hacía sentir que tus ojos eran tentáculos. El principio del deseo: tocar con …