Poema || Moby Dick apareció en Cepitá
Sentado en la vereda de una posada colonial / leo el capítulo ciento treinta y tres. / La vida fecunda pasa por la calle: / un chevrolito…
Sentado en la vereda de una posada colonial / leo el capítulo ciento treinta y tres. / La vida fecunda pasa por la calle: / un chevrolito…
Hay una cosa que me intriga de manera particular en Moby Dick: el narrador. El primer capítulo de la novela comienza con una de las líneas más conocidas del libro: “Llamadme Ismael”. El narrador se autonombra, y así podríamos pensar que “Ismael” es sólo un seudónimo. No dice “Soy Ismael” o “Mi nombre es Ismael”. Dice “llamadme”; el narrador se esconde tras un seudónimo. Sin embargo, quizá lo más relevante sea el efecto de verosimilitud, de existencia subjetiva, que produce la voz: “llamadme Ismael” remite a alguien. No es un yo metafísico. No es, como se dice, un narrador omnisciente
Revisitando a William Faulkner, digo con él que, si Melville pudiera escribir de nuevo Moby Dick, no se equivocaría: por ejemplo, prescindiría de los capítulos académicos y dejaría la narración pura.
Ha llegado una nueva convocatoria para colaborar en este espacio. En los primeros días de agosto realizaremos un Dossier sobre la obra de Herman Melville